Un vecino de Poio falleció durante la mañana de ayer desangrado después de que, presuntamente, se amputara el mismo una mano con una pequeño hacha. Algunos testigos vecinales sostienen que el hombre, de unos 70 años, introdujo una mano en un cepo y, una vez inmovilizada, se produjo un profundo corte con un pequeño hacha. Tras provocarse la aparatosa herida y con la mano amputada, abandonó su casa -próxima al Centro de Salud Anafans- y avanzó por una cuesta alrededor de unos 30 metros, dejando tras de sí un reguero de sangre. Finalmente se desplomó sobre un poyo, donde permaneció sentado hasta que fue avistado por un vecino que alertó a los servicios sanitarios y a la Guardia Civil. Sin embargo, nada se pudo hacer por salvar la vida del hombre que murió desangrado.

Los agentes de la Guardia Civil que, tras escuchar a los testigos e inspeccionar el lugar de los hechos, no descartaron ninguna hipótesis. Los vecinos del fallecido daban por hecho que se trataba de un suicidio, xplicaron que el hombre vivía solo desde hace años y que sufría diferentes problemas psicológicos y psiquiátricos.