El extrabajador de una empresa de Gondomar fue juzgado ayer como presunto autor de un robo con fuerza y escalo en las instalaciones de la firma. Sus huellas dactilares aparecieron en el cristal de la ventana forzada, a la que accedieron subiendo por los palés. El acusado aseguró que había arreglado aquella ventana, donde solían fumar lo empleados, con otros dos compañeros y pro eso estaban allí sus huellas. El único testigo que citó, sin embargo, negó tal extremo.

El dueño de la empresa, que al denunciar el robo ya apuntó el nombre del sospechoso, declaró en el Juzgado de Penal 2 de Vigo que dijo su nombre porque se rumoreaba entre los trabajadores: "El botín, además de maquinaria, incluía unas botas de su talla". La defensa pidió la absolución por falta de pruebas.