El vigués Jacobo Rodríguez Roque compareció en solitario ayer al juicio de medidas de separación de su expareja y custodia de los dos hijos de ambos. La mujer, de origen japonés, y que había promovido la demanda, huyó con los menores a su país hace casi dos meses. La vista se celebró en el juzgado de Familia número 5 de Vigo y el padre de los niños solicitó su custodia y medidas de visita para ambos progenitores.

"Ella promovió el juicio porque quería la custodia de los niños. Hoy no ha comparecido, aunque si el abogado de oficio que solicitó, y he pedido yo la custodia. Si me la dan, podré iniciar oficialmente la búsqueda de los pequeños en Japón. A día de hoy y desde hace casi dos meses no se nada de ellos, ni si están vivos o muertos. Confío en que con una sentencia favorable la Policía española pueda pedir ayuda internacional para comprobar si se encuentran bien. Mis hijos están en paradero desconocido, sustraídos por su madre y Japón no ha firmado el convenio de La Haya sobre secuestro de menores, aunque parece que lo hará pronto", explica al concluir la vista Jacobo Rodríguez.

Aún en el caso de que la juez no le otorgue a él la custodia, este padre vigués salía satisfecho del juicio. "Habrá unas medidas que regularán mis visitas y las de la madre, y si es necesario estoy dispuesto a irme a vivir a Japón para estar con mis hijos. No voy a renunciar a ellos, ni a ejercer como padre. Una sentencia en España me permitirá reclamar mis derechos en Japón", afirma rotundo.

"No saber de mis hijos es muy doloroso", asegura Jacobo, al que su mujer ha borrado todas sus cuentas en las redes sociales, al igual que su familia nipona. Pero este vigués no está solo. Sus padres estaban ayer a su lado y declararon en el juicio. "No entiendo como nos puede tener así, sin saber de los niños. Yo los he criado. Llevaba a la piscina al mayor, jugaba con ellos y a ella nunca le hice ni un feo. Cuando ella estuvo dos meses el pasado verano en Japón nos quedamos con los niños, y antes de irse a trabajar mi hijo los ponía delante de la pantalla del ordenador para que ella los viera por skipe todos los días. ¿No puede hacerlo con nosotros ahora?", llora la abuela.

"Si mi hijo va buscar a los niños a Japón, me voy con él. Me quedan pocos años, estoy operada del corazón y quiero verlos. Los he criado", repite. En sentido similar se pronuncia el padre de Jacobo, también con los ojos llenos de lágrimas. "No entiendo que alguien pueda hacer esto. ¿Quién me asegura que mis nietos siguen vivos con todas las cosas que han pasado, como los niños de Córdoba o marta del Castillo?", lamenta.

Jacobo confía que una vez establecidas las medidas judiciales de custodia, se le permita acceder al piso de alquiler en el que residía su expareja en Vigo y recoger las pertenencias de sus hijos. "Nadie paga el alquiler, alguien entregó las llaves a la inmobiliaria, pero aunque se las he pedido todavía no me las han facilitado", lamenta.