La Policía Nacional investiga la muerte de una pareja cuyos cadáveres fueron hallados con impactos de bala en su domicilio de Santiago. Los primeros indicios apuntan a que las víctimas, un empresario compostelano de 50 años y su compañera sentimental, de origen sudamericano y de unos 35, habrían decidido de mutuo acuerdo quitarse la vida en un "suicidio concertado" por los problemas económicos que atravesaban: él tenía un establecimiento de informática. La principal prueba que apunta a esta hipótesis que ahora tratan de corroborar los investigadores es una nota manuscrita que apareció al lado de los cuerpos y en la que supuestamente una de las víctimas o ambas -no trascendió- explicaron el porqué del posible suicidio pactado.

Las víctimas eran pareja de hecho. Sus cuerpos aparecieron en una habitación de su piso de la calle Lisboa del barrio de Fontiñas. El hombre regentaba un negocio de informática en el cercano centro comercial Área Central. Los cadáveres presentaban impactos de bala, según las primeras indagaciones, de un arma corta de fuego. En la carta manuscrita que apareció en la casa se apunta a un suicidio concertado. Todo indica a que los problemas económicos son la razón de estas muertes. Trascendió que un hijo del empresario de otra relación falleció hace más de un año, lo que podría haber influido en su situación personal.

Una vez se dio la alerta del hallazgo de los cuerpos, al lugar acudió la Policía Nacional. El juez de guardia procedió al levantamiento de los cadáveres. Los investigadores recaban ahora pruebas para esclarecer cómo sucedieron los hechos y confirmar la tesis del suicidio concertado. La hipótesis que se manejaba ayer es que el hombre habría disparado primero a su pareja, para después quitarse él la vida también con el arma de fuego.

La noticia cayó como un jarro de agua fría en el centro comercial Área Central, donde el empresario era muy conocido. Tenía un negocio de informática que ayer tarde cerraba sus puertas tras el trágico desenlace. "Antes tenía dos locales, pero ahora concentró la tienda en uno solo; fue una sorpresa, no sabía que tenía problemas de dinero", decían en una cafetería a donde el hombre iba a tomar café.