Madre, esposa y hermana de grandes narcotraficantes de Arousa. Carmen Carballo Jueguen, la viuda de Manuel Baúlo y víctima de un ajuste de cuentas que la postró en una silla de ruedas durante dos décadas, falleció ayer a los 75 años en Cambados. La mujer, natural de Vilanova de Arousa, era hermana del narco fallecido en prisión Manuel Carballo Jueguen - condenado con el letrado Pablo Vioque- , y varios de sus hijos también han sido condenados por tráfico de drogas.

Los restos mortales de la matriarca del clan Baúlo son velados en el tanatorio do Salnés, en Cambados, y hoy a las siete menos cuarto de la tarde serán trasladados a la Iglesia Parroquial, donde se celebrarán los funerales de cuerpo presente, y seguidamente se llevarán a incinerar.

La vida de Carmen Carballo se truncó el fatídico 12 de septiembre de 1994 cuando estaba en su casa de Cambados desayunando junto con su marido Manuel Baúlo Trigo, de 62 años, e irrumpieron 4 pistoleros y acribillaron a tiros al hombre, dejándola a ella mal herida y parapléjica.

Desde entonces quedó postrada en silla de ruedas. En el momento del tiroteo en la vivienda estaba durmiendo una de sus hijas, que se salvó de milagro.

Manuel Baúlo, que se había autoinculpado para delatar al clan Charlín, era la principal baza de la acusación en el juicio por una operación de droga contra el clan liderado por Manuel Charlín Gama. Su muerte, a manos de sicarios colombianos, benefició al clan vilanovés, al que acusó Carmen Carballo de haber estado detrás del ajuste de cuentas, aunque nunca se pudo probar su relación con el suceso.

La mujer pudo identificar a los autores de los disparos, que fueron condenados, pero estos nunca delataron a quien los contrató para matar a Baúlo.

Carmen Carballo fue testigo en el año 2004 en el juicio celebrado por la Audiencia Nacional contra Josefa Charlín, pero su delicado estado de salud al quedar tetrapléjica en el tiroteo que sufrió en su casa, le impidió trasladarse a Madrid, lo que obligó al Tribunal de la Audiencia Nacional a trasladarse al Juzgado de Cambados para tomarle declaración. El testimonio de Carmen Carballo fue clave para la condena de Josefa Charlín Pomares, hija de Manuel Charlín, por los 600 kilos de cocaína del alijo transportado por el Halcón II desde Colombia a la costa gallega.

La vida de Carmen Carballo estuvo marcada por los ajustes de cuentas. Su sobrino, Daniel Carballo, fue una de las primeras víctimas mortales en este tipo de causas, al ser tiroteado por el cambadés Tucho Ferreiro mientras estaba con unos amigos en un céntrico bar de Vilagarcía. Su hijo Ramón Baúlo protagonizó en 1999 un tiroteo con su cuñado Manuel Diz en una disputa familiar.