La Audiencia Provincial de Pontevedra juzgará entre el 8 y el 11 de abril a un viejo conocido de las unidades policiales antidroga, Antonio Carballa Magdalena, que se enfrenta a 6 años de cárcel y multa de 10 millones de euros por delito de blanqueo de capitales. En el banquillo lo acompañarán su esposa, su hija, su yerno y tres empresarios acusados de colaborar para tejer una red de firmas pantalla y relaciones mercantiles que lavaba el dinero negro que el cabecilla obtenía supuestamente del narcotráfico. La trama se descubrió en 2011 en la "Operación Patas": además del método tradicional de blanqueo con testaferros, el principal imputado también está acusado de realizar préstamos por 2,4 millones de euros con dinero de las drogas.

Carballa Magdalena, de 57 años y vecino de Sanxenxo, suma tres condenas por delitos contra la salud pública, la última de 1998, cuando la Audiencia Nacional le impuso 14 años de cárcel por el alijo de dos toneladas de cocaína del buque Archangelos. En esta ocasión el fiscal le acusa de blanqueo. Una de las fórmulas fue la de actuar de prestamista de grandes cantidades de dinero, que puso en práctica cuando los bancos comenzaban a cerrar el grifo para dar préstamos: salvo en un caso, los prestatarios desconocían el origen ilícito del dinero prestado.