La estadounidense Amanda Knox y el italiano Raffaele Sollecito deberán afrontar un nuevo juicio por la muerte de la estudiante británica Meredith Kercher en 2007, después de que el Tribunal Supremo italiano anulase la sentencia que los absolvió del crimen y ordenase repetir la vista. Con este veredicto se reabre el proceso judicial más mediático y polémico de los últimos años en Italia, del que se han escrito libros e incluso rodado series: toca ahora al tribunal de apelación de Florencia decidir la suerte de Knox y del que era su novio en aquella época.

En 2009 un tribunal de Perugia -ciudad donde fue asesinada Meredith, de 21 años, que estaba de Erasmus- condenaba a Knox y Sollecito a 26 y 25 años de prisión, respectivamente, por participar en la muerte de la estudiante. Mientras, la Justicia italiana consideraba autor del asesinato al marfileño Rudy Guede, que tras elegir un juicio breve fue condenado a 16 años de cárcel en 2010.

En primera instancia, los jueces habían creído la reconstrucción de los hechos realizada por los fiscales que establecía que la joven fue asesinada al negarse a participar en un "juego sexual", por lo que supuestamente Guede violó a Meredith, mientras Knox la apuñaló y Sollecito la sostenía.

La norteamericana y Sollecito fueron detenidos en 2007 y pasaron 4 años en cárceles italianas hasta que en 2011 el caso dio un giro ya que el Tribunal de Apelación de Perugia les absolvía por "no haber cometido" los hechos que se les imputaban. Fueron muchas las críticas, sobre todo en la prensa estadounidense, por cómo se desarrollaron las investigaciones, la recogida de pruebas o los interrogatorios, pero todo cesó con la absolución de ambos jóvenes. Los únicos que nunca se rindieron fueron los familiares de Meredith Kercher, quienes junto con la Fiscalía recurrieron la absolución ahora anulada. El caso vuelve a abrirse para Knox, que en la actualidad vive en Seattle y prepara un libro sobre su caso, y para su exnovio, que estudia en Verona.