Los trámites para celebrar el juicio con jurado popular por el crimen de Cabral, están paralizados en la Sección Quinta de la Audiencia con sede en Vigo a la espera de que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) resuelva el recurso presentado por las defensas de los dos imputados que alegan vulneración de los derechos de sus clientes durante la instrucción de la causa.

El recurso se centra en dos cuestiones concretas: las escuchas y grabación de las conversaciones que mantuvieron en los calabozos tras ser detenidos, y que se les tomara declaración en comisaría como testigos y no como imputados, pese a que eran ya los sospechosos, lo que evitó que declararan asistidos por un abogado. La Audiencia Provincial, en un recurso previo, desestimó las tesis de las defensa ante una posible vulneración de los derechos fundamentales, por lo que ahora apelan ante el TSXG.

El fiscal imputa a José Manuel C.B. y a José Alejandro G.T. un delito de asesinato con alevosía por matar a golpes con una azada al jubilado vigués José Guerra Vidal en agosto de 2010 en su domicilio en Cabral. El Ministerio Público solicita 20 años de prisión para cada uno y que indemnicen con 60.000 euros a los dos hijos de la víctima.

Las escuchas con autorización judicial en los calabozos son una de las principales pruebas incriminatorias contra ambos. "No podemos descubrirnos uno al otro", "no fuimos allí", insistía desde su celda el constructor de Coruxo José Manuel C.M. al camarero Alejandro G.T. tras ser detenidos. Éste último, que dejó una huella dactilar en un vaso en casa de la víctima, admitió que los dos habían visitado a José Guerra el día de su muerte, por la mañana y por la tarde, para comprar unos conejos. No obstante aseguró que cuando se marcharon "seguía vivo".