El vigués Jacobo Rodríguez Roque afronta hoy el Día del Padre más triste de su vida. No sabe nada de sus dos hijos, de 5 y 2 años, desde que hace trece días su expareja, ciudadana nipona, se los llevó a Japón sin su permiso, en pleno proceso de separación y con la vista de las medidas cautelares fijada para el 16 de abril en el Juzgado de Familia. Ha denunciado a su expareja por el secuestro de los menores y confía en que la juez de Instrucción dicte una orden internacional de búsqueda y captura, o al menos de localización de los niños para que estos no desaparezcan. "Llevo trece días sin saber si los niños están bien o no. Yo pretendía la custodia compartida, pero ella lo preparó todo para marcharse antes de que el juez adoptase siquiera las medidas cautelares", apunta.

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