A la cuarta fue la vencida. El Juzgado de Penal 3 de Vigo consiguió ayer celebrar el juicio contra tres jóvenes acusados de hurtar cuatro videoconsolas en un centro comercial de Coia en agosto de 2007 y que había tenido que suspenderse en tres ocasiones. La fiscal solicita para cada uno 15 meses de prisión, el pago de las costas y 2.379 euros en concepto de responsabilidad civil. Los vigilantes del establecimiento solo pudieron ver a dos jóvenes subirse a un coche que les esperaba en doble fila y la matrícula del vehículo, que resultó ser del padre de uno de los acusados. Al ser detenido, delató a los otros dos en comisaría, aunque ayer se acogió a su derecho a no declarar. Los otros dos imputados negaron su participación. Uno aseguró que lo incriminó por venganza ya que tuvo una aventura con su novia y el otro cree que lo implicó porque tenía antecedentes. Las cintas de seguridad no permitían identificar a los ladrones.