La titular del Juzgado de Instrucción 1 de Lalín imputó ayer al pediatra compostelano afincado en la localidad A.S.S. un supuesto delito de abusos sexuales a una menor de 14 años. Tras tomarle declaración ordenó su libertad con cargos aunque dictó una orden de alejamiento de la menor y su familia como medida cautelar. La Consellería de Sanidade, por su parte, le ha apartado de forma preventiva de sus funciones en el centro de salud.

Durante los 75 minutos que duró el interrogatorio el médico justificó que era normal tocar a la menor para auscultarla y explicó que en sus exploraciones "a veces tocaba los pechos a las niñas para comprobar el desarrollo mamario durante un tiempo aproximado de uno o dos minutos en el reconocimiento de pecho y tórax, y negó haber tocado la vagina de menor", según explicó el letrado de la acusación particular.

El fiscal solicitó libertad provisional para el pediatra, mientras que el letrado de la familia, Carlos Collazo, pidió prisión provisional para el detenido, que en todo momento "se mostró tranquilo", según trascendió.

A preguntas del fiscal, el médico dijo que conocía a la chica de toda la vida, por haber sido su pediatra, "y que la estaba tratando desde hacía un año con una sesión cada quince días", explica Collazo. Asimismo, A.S.S. reconoció a preguntas de la acusación particular no tener conocimientos de psicología para realizar ese trabajo, pero que "puede tratar esos padecimientos y si no ve evolución a un especialista, y sin embargo a esta niña nunca la desvió", indica el abogado de la víctima.

Concluida la declaración, la juez ordenó el visionado de una grabación realizada por parte de la víctima en la última consulta a la que asistió. En este sentido, el abogado aclara que "es una niña tímida e introvertida que desde hacía tiempo no quería volver a ver al médico, experimentando un gran cambio que no pasó desapercibido ni para la familia ni tampoco para el colegio en el que estudia". La joven llegó a confesar "que tenía miedo de decir nada porque pensaba que jamás la creerían debido al prestigio del médico en el pueblo", y por eso decidió grabar la última consulta con un móvil que le prestaron para la ocasión. En los 27 minutos de grabación, según el letrado, "se ven tocamientos y también como el médico besa en el cuello a la niña recostada en una camilla".