La pericia de José Paulo Silva, camionero portugués de 40 años que cubría una ruta desde la ciudad francesa de Metz a la factoría viguesa de Citröen con unos 120 motores de automoción, evitó ayer una tragedia al evitar que el camión, que se había incendiado, se precipitara al río Sil desde el Alto de la Guítara, en Ourense. El siniestro tuvo lugar sobre las 8.30 horas en la N-120 a su paso por Os Peares. El aparatoso accidente obligó a cortar la circulación durante veinte minutos.