Un caso en el que se cumplió una de las máximas de la investigación policial: volvieron al lugar del crimen y fueron detenidos. La Guardia Civil, en un operativo en el que participaron varios grupos, entre ellos la UCO de Madrid, arrestó ayer en Porriño a los cuatro presuntos integrantes de una banda especializada en asaltar cajeros automáticos rociándolos con gas inflamable para reventarlos y hacerse con el botín. Los investigadores indagan ahora en su relación con otros robos, ya que este grupo es presuntamente responsable de numerosos asaltos de estas mismas características registrados en Galicia y otras zonas de España. En el norte de Portugal, en Viana, hubo otro caso.

A esta banda compuesta por tres vigueses -J.C.P.P.F., de 57 años, M.F.C.O., de 39, y O.R.R. de 35- y un porriñés -H.M.F., de 24 años-, el cajero automático de Novagalicia Banco en el polígono porriñés de A Granxa debió de parecerles un buen objetivo el pasado 3 de noviembre, cuando el expendedor ya fue objeto de un asalto con gas. Ayer de madrugada la banda regresó a esta sucursal para volver a perpetrar la misma acción, pero no se percataron de que en esta ocasión estaban siendo seguidos. Tras su pista había agentes de la Guardia Civil de la Policía Judicial de A Coruña -el caso lo dirige un juzgado de Ordes-, así como de la UCO (Unidad Central Operativa) de Madrid, grupo que trasladó a Galicia a una unidad y que ayer participó en los arrestos.

A excepción del detenido de Porriño, los otros tres poseen numerosos antecedentes policiales. Se cree que la banda es responsable de otros asaltos con gas cometidos no solo en Galicia sino en Portugal y otros lugares como Madrid o Valladolid.

La pasada madrugada se trasladaron a la localidad porriñesa numerosas unidades de la Guardia Civil, tanto especializadas en seguridad pública como del servicio de investigación. Los miembros de la banda se personaron en el cajero alrededor de las cuatro de la mañana con las cabezas tapadas con pasamontañas y lo rociaron con el gas, colocando la mecha y prendiéndole fuego. Una vez reventado el cajero, accedieron a las dependencias y con rapidez se apoderaron del dinero, un botín cercano a los 70.000 euros, según fuentes cercanas a la investigación. Las cámaras de seguridad captaron al parecer a tres personas, vestidas de negro. La cuarta estaría fuera.

Según pudo saber FARO, los cuatro integrantes de la banda no opusieron demasiada resistencia cuando fueron sorprendidos poco después del robo. Dos de ellos fueron detenidos en una zona próxima a la sucursal de A Granxa, y otros dos lograron escapar en otro vehículo y se ocultaron en la casa de uno de ellos, en la villa porriñesa, pero, al parecer, la vivienda ya estaba siendo vigilada. Los agentes accedieron al domicilio y allí practicaron las detenciones sin que, según las primeras informaciones, tampoco estas personas se resistieran.

Traslado a Ordes

Ayer tarde dos furgones de la Guardia Civil recogieron a los arrestados en el cuartel de Porriño, para trasladarlos a la comandancia de Pontevedra, donde hoy proseguirán los interrogatorios. Mañana pasarían a disposición del Juzgado de Instrucción de Ordes (A Coruña), donde están abiertas las diligencias contra esta banda. Según los pocos datos que trascendieron de la operación, realizada con todo sigilo, cometían sus asaltos aprovechando los puentes o fines de semana, y mantenían una perfecta organización interna.