El 2013 arrancó de forma trágica en Vigo. Una mujer de 48 años de edad murió y tres bomberos resultaron heridos con quemaduras leves en un voraz incendio registrado poco antes del mediodía de ayer en un piso de la avenida de Martínez Garrido, donde la fallecida, María José F.F., vivía sola. La vivienda resultó totalmente calcinada por las llamas. El fuego, cuyas causas se investigan, obligó a desalojar a las decenas de familias que residen en el edificio, un inmueble que cuenta con 63 viviendas en sus nueve plantas: muchos residentes, sobre todo de los pisos superiores, tuvieron que ser evacuados por los bomberos con el coche escalera desde las ventanas o balcones de sus domicilios, por lo que se vivieron momentos de tensión y nerviosismo. El incendio causó daños en las zonas comunes del edificio, por la intensa humareda, y también afectó al suministro eléctrico.

La alerta se recibía minutos antes de las doce del mediodía. El incendio se registró un piso de la cuarta planta de un edificio ubicado en el número 73 de Martínez Garrido. La Policía Local fue la primera en llegar, pero una lengua de fuego en la puerta principal les impidió acceder a la vivienda. Cuando los bomberos entraron en el domicilio, las llamas eran intensas y, de hecho, se había desprendido parte del techo y habían estallado los cristales. Se sospecha que el fuego se originó en la zona del salón. La fallecida, que vivía sola desde la muerte de su tía, yacía en el suelo de su dormitorio, cerca de la puerta: todo indica que dormía cuando empezó el incendio y que trató sin éxito de abandonar su habitación. No resultó con quemaduras, por lo que la principal hipótesis, a la espera de la autopsia, es que murió por inhalación de humo.

La extinción del incendio fue complicada debido a las calorías que se acumularon en el piso, en cantidades superiores a las habituales en este tipo de siniestros. De hecho, tres de los bomberos que participaron en los trabajos sufrieron quemaduras en cara y cuello y, aunque su estado no reviste gravedad, se encuentran de baja, confirmaron fuentes municipales. Los sanitarios del 061 que acudieron al lugar atendieron a estos efectivos. También prestaron asistencia a vecinos desalojados para corroborar que no habían resultado afectados por la humareda, que se extendió por todo el edificio, sobre todo por las plantas superiores.

Los bomberos pudieron controlar las llamas en menos de media hora. Las causas del incendio se desconocen. "Se está en proceso de investigación", señalaron las fuentes consultadas, que remarcaron que agentes de la Policía Científica acudieron al lugar para recoger pistas que les permitan esclarecer lo ocurrido.

Prácticamente todos los vecinos del edificio fueron desalojados. Muchos salieron a la calle en pijama y bata ya que aún estaban durmiendo debido a la fiesta de Fin de Año de la madrugada anterior. Otros estaban preparando la comida familiar de la jornada festiva de ayer. En torno a las dos de la tarde la mayoría de las familias ya pudieron regresar a sus casas. Aunque la gran mayoría de residentes fueron evacuados, otros pudieron permanecer en las casas con ellas totalmente cerradas.