Una mujer ha sido condenada en A Coruña a un año y cuatro meses de prisión por agredir a su hijo de 16 años con una toalla y un escurridor que utilizaba para la ensalada. La magistrada del Juzgado de lo Penal 4 prohibe también a la mujer acercarse a menos de 300 metros de su hijo y de comunicarse con él durante dos años. Además, abonará a la víctima, que ya es mayor de edad, 429 euros por los días que invirtió en curar las heridas que le causó.

La magistrada considera probado que la mujer, a finales del mes de noviembre de 2009 y cuando su hijo tenía 16 años, lo golpeó con una toalla y con las manos en el brazo y en el pecho porque no había recogido la ropa que estaba en la bañera. Un mes después, el 23 de diciembre, le pegó en el brazo con un escurridor cuando la víctima reconoció que no había asistido a clases particulares. El menor, como consecuencia de la agresión, sufrió una contusión en el antebrazo y tardó en curar 15 días, ninguno de los cuales estuvo incapacitado para realizar sus ocupaciones.

La condenada, según indica el fallo judicial, argumentó en la vista oral que su hijo le pegó a ella porque heredó "los genes de su padre", del que está separada y negó haberle agredido. La magistrada considera que las declaraciones del menor de por sí son suficientes "en cuanto fueron mantenidas, coherentes y minuciosas, sin darle mayor énfasis a los hechos, además, sus declaraciones se apoyan en una serie de datos y pruebas periféricas que le otorgan una credibilidad capaz de destruir y contradecir las declaraciones exculpatorias de su madre". Su versión, además, fue confirmada por dos amigos del perjudicado que los presenciaron y por la madre de otro, que lo acogieron una vez que su madre lo echó de casa. La testigo, además, afirmó que el adolescente tenía "una lesión evidente en el codo". La juez tuvo en cuenta la atenuante de dilaciones indebidas.