El joven detenido en Palma por planear un atentado masivo en la Universidad de Baleares ingresó ayer en prisión tras declarar ante el juez. El magistrado, en un breve auto, le acusa de los delitos de tenencia de explosivos y una tentativa de estragos. En el peor de los casos, ambos delitos contemplan penas que pueden alcanzar los 28 años de prisión. La defensa, de oficio, pedirá un examen psiquiátrico para que se comprueba si sufre algún tipo de alteración mental.

Juan Manuel Morales entró sonriente en los juzgados de Palma para declarar ante el juez, tras confesar a la policía que pensaba recrear en la universidad balear la masacre del instituto estadounidense de Columbine con los 140 kilos de explosivos que compró por internet.

Tras más de dos días en los calabozos, Morales bajó del coche policial que le trasladaba a los juzgados con un rictus ligeramente sonriente, después de haber corroborado con su testimonio las sospechas de la policía de que pretendía sembrar de bombas la universidad.

Según la Delegación del Gobierno en Baleares, ante la policía el chico admitió "total admiración" por los jóvenes que el 20 de abril de 1999 mataron en Columbine (Colorado) a doce estudiantes y un profesor.

Mandos de la Policía Nacional confirmaron que Juan Manuel Morales es "una persona muy inteligente, introvertida, frustrada, con problemas con la sociedad y simpatía por los símbolos nazis, si bien actuaba solo dado que no pertenece a ninguna banda ni grupo político".

El joven, que se había independizado hacía un mes en un piso del centro de Palma y vivía del juego de azar por internet, fue detenido el pasado miércoles en la vivienda cuando se disponía a recibir los 140 kilos de material explosivo que había encargado a una empresa de Barcelona, según apuntaron fuentes de la investigación.

Con los productos químicos pretendía fabricar varias bombas para colocarlas en la universidad, tal como ha relatado a la policía, confirmando así las anotaciones que había hecho en un diario personal requisado en el registro. En ese diario y otros documentos intervenidos en su casa, el joven expresa su odio a la sociedad, especialmente a los estudiantes universitarios.

Además, escribe que pretendía suicidarse tras la matanza, imitando así a los dos autores de los asesinatos en el instituto estadounidense Columbine, a quienes considera sus "ídolos". Una de las hipótesis que baraja la policía es que Morales fuera a colocar las bombas el próximo 20 de abril, fecha del catorce aniversario de la matanza de Columbine.

El joven declaró ante el juez Enrique Morell, que lleva esta investigación iniciada hace cinco meses, cuando un periodista venezolano afincado en Japón que estaba realizando consultas en la red sobre matanzas estudiantiles alertó a la policía palmesana de los comentarios que Morales había publicado en internet.

La policía le imputa un delito de tráfico de armas y explosivos, pero también podría atribuírsele otro de estragos en grado de tentativa.