Los dos tripulantes del yate Thalassa que, cargado con 36 garrafas de 50 litros de combustible cada una, varó a finales de febrero en la estación del ferry de A Guarda tras sufrir una avería, han sido detenidos por la Guardia Civil. La lancha rápida, con base en Cangas, se dirigía a Madeira para recoger a los tres lancheros arousanos ocultos en la isla tras frustrarse el desembarco de los 3.000 kilos de cocaína que transportaba desde Venezuela el pesquero grovense Ratonero, según fuentes de la investigación.

El fallo de un motor del yate frustró la fuga por mar de los tres pilotos arousanos, que finalmente fueron localizados y detenidos por las autoridades lusas y entregados a España, y obligó al patrón, el cangués Ramón M.B., y al vilanovés Alejandro G.O., que le acompañaba, a remontar de noche el río Miño con gran alarma de los pescadores de lamprea que alertaron a la Guardia Civil.

El arousano y el morracense se presentaron a la mañana siguiente, tras una noche de fiesta, y aseguraron ser los tripulantes de la embarcación. El patrón, todavía con resaca, llegó a manifestar que se trataba de "un acto humanitario". Dado que en principio no había nada ilegal en la embarcación no fueron detenidos, pues lo prioritario para los investigadores era localizar a los tres pilotos arousanos en Madeira.

Una vez que la juez de Instrucción 3 de Vigo, que coordina la operación, envió prisión provisional a los cinco tripulantes del Ratonero, a uno de los marineros que se quedó en tierra pero que habría mediado en la adquisición de la lanzadera que debía acercar la droga a Galicia, y a los tres lancheros capturados en Madeira, la investigación se centró en los dos tripulantes del Thalassa, a los que ayer se tomaba declaración en dependencias de la Guardia Civil, si bien poco después quedaron en libertad sin ser puestos siquiera a disposición judicial.

La denominada Operación Marine, desarrollada conjuntamente por la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera, es la más importante desarrollada en los últimos 3 años contra los clanes gallegos del narcotráfico. No sólo por tratarse del primer intento de recuperar la ruta del Atlántico de la cocaína en pesqueros y la relevancia del alijo intervenido, sino por la identidad de los detenidos.

A bordo del Ratonero, un barco bajo sospecha desde hace años, cayeron su patrón –el grovense José Luis Devesa– y el colombiano Anyer Eduardo Holguin, enlace con los cárteles y en libertad condicional tras una condena de 11 años por otro alijo. Los tres pilotos de la lanzadera varada en Madeira también son viejos conocidos de las fuerzas antidroga. El narcotransportista cambadés Baltasar Vidal, "Saro", condenado en la Nécora y heredero de la infraestructura del fallecido Patoco, y Cores Losada están en libertad bajo fianza de 20.000 euros a la espera del juicio de la Tabaiba, y Búa Padín es yerno de otro histórico, Rafael Bugallo, "O Mulo".