La Guardia Civil atribuye a cuatro vecinos de A Cañiza (Pontevedra) dos de los incendios forestales de mayores dimensiones registrados este año en Galicia y que se produjeron concretamente el pasado mes de octubre, en plena oleada de fuegos, en los municipios de A Cañiza y Arbo. Los imputados causaron presuntamente los incendios de forma intencionada y tenían un móvil claro: habrían actuado en venganza por el despido de uno de ellos, un joven brigadista de los servicios de extinción de 33 años de edad al que no le habían renovado el contrato. Los supuestos responsables de estos hechos deberán prestar declaración en el Juzgado de Instrucción número 1 de Ponteareas como presuntos autores de dos delitos de incendio forestal.

El Instituto Armado concluyó el miércoles la investigaciones sobre estos dos fuegos, que se saldaron con 244 hectáreas quemadas, obligando a movilizar a la Unidad Militar de Emergencia (UME) y a numerosos medios aéreos y terrestres para su extinción. El primero, el de mayores dimensiones, ocurrió en A Cañiza el 10 de octubre: fueron necesarias 22 horas para controlar unas llamas que arrasaron 200 hectáreas de monte en la parroquia de Parada de Achas, cerca de la A-52. Desde el principio se sospechó que el fuego era provocado porque había dos focos. El segundo incendio ocurrió dos días después, el 12 de octubre, en Arbo. Las llamas destruyeron una amplia extensión de terreno y se aproximaron a una casa.

Los cuatro imputados por estos hechos son el exbrigadista D.O.A., de 33 años de edad, así como R.C.P.R., de la misma edad; A.A.P., de 60 años y R.L.P., de 56. Este último ya fue imputado en el mes de octubre y, tras la realización de indagaciones, la investigación se completó esta misma semana con la imputación de los tres restantes. Según señala la Guardia Civil en un comunicado, los incendios "eran provocados para crear una grave alarma social" y los autores se aseguraban de que afectasen "a una gran extensión de monte y en zonas casi inaccesibles para dificultar la labor de extinción de los mismos".

La Benemérita enmarca esta investigación en el Plan de Prevención de Incendios Forestales y fue llevada a cabo por agentes de los puestos de Arbo y A Cañiza, en colaboración con la Brigada de Incendios Forestales de la Xunta, la patrulla del SEPRONA de Ponteareas y la Policía Judicial de la Guardia Civil de Pontevedra.