Un joven de 21 años resultó herido muy grave tras caer al agua en el Puerto Deportivo del Náutico de Vigo, en cuyas inmediaciones participaba en un "botellón" junto a un grupo de amigos. Según fuentes de la Policía Nacional, la víctima se disponía a orinar cuando se precipitó al agua.

Los hechos ocurrieron alrededor de las cinco y media de la mañana de ayer cuando los servicios de vigilancia de las instalaciones, que ya se habían percatado de la presencia del joven aproximándose al borde del mar, oyeron el sonido del cuerpo cayendo al agua.

Trasladados con su lancha al lugar donde estaba la víctima flotando, lograron rescatarla e intentaron reanimarla sin éxito, pues presentaba síntomas de parada cardiorrespiratoria por ahogamiento tras haber tragado agua intentando mantenerse a flote.

Al lugar de los hechos se trasladaron efectivos de la Policía Nacional de la Comisaría de Vigo y una ambulancia del 061, cuyos sanitarios consiguieron, después de media hora de intento, reanimar al joven, al que trasladaron al Hospital Xeral, donde fue atendido de urgencia y derivado a la UCI. A última hora de ayer, el chico permanecía ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos de este complejo hospitalario, en estado muy grave. Presentaba encharcamiento en los pulmones y había sufrido hipotermia.

Fuentes sanitarias indicaron que las primeras veinticuatro horas son cruciales para la supervivencia del paciente y para valorar la presencia de posibles daños cerebrales. Añadieron que el joven llegó al hospital con una temperatura corporal de 33 grados, lo que podría corresponderse con una permanencia de media hora en el agua.

Tras tomar declaración a los testigos en el lugar de los hechos, la policía concluyó que la caída fue accidental. Los jóvenes que participaban con él en el "botellón" no se percataron de que se había alejado de ellos y sospecharon que algo sucedía cuando oyeron el sonido del cuerpo al caer al agua.

El lugar en que el chico se precipitó al mar se encuentra en el paseo de madera cercano al edificio de la Xunta de Galicia, en la avenida de Montero Ríos, una zona muy frecuentada por jóvenes los fines de semana. Había pocos barcos atracados en el punto en el que se produjeron los hechos, según comenta el director del puerto deportivo del Náutico de Vigo, Brais Touceda.

Las consecuencias de haberse golpeado la cabeza con alguna embarcación podrían haber sido fatales, del mismo modo que el rescate se hubiera hecho casi imposible para los servicios de vigilancia del puerto en el caso de que la víctima se hubiera hundido.