Un grovense de unos 40 años denunció ayer haber sido agredido por un grupo de marroquíes. Es el segundo ataque que sufre en una semana en la zona portuaria a manos del mismo grupo de vendedores ambulantes, que ofertan sus productos a los turistas en el mismo punto donde la familia del herido comercializa los tradicionales collares de conchas.

Esta vez el grovense dijo haber recibido algunas patadas y golpes antes de huir, salvándose de una agresión mayor porque aparecieron en escena las fuerzas del orden y frenaron la pelea. Mientras el herido era trasladado al centro de salud, y antes de presentar la denuncia, los agentes identificaron a los presuntos agresores, los registraron e inspeccionaron varios coches, incautándose de barras de hierro y bates. La investigación sigue abierta.