Cuatro vecinos de O Porriño Jesús P.P., Emilio P. P., Brais P.P. y Aitor P. A., vinculados por lazos familiares, figuran como imputados en el robo de la rotativa del diario Jornal Cardeal Saraiva, de Ponte de Lima (Portugal), que permanecía guardada en una nave de la ferigresía de Estoraos, de la ciudad portuguesa, sin estrenar. Se trata de una máquina de 8.000 kilos de peso, valorada en 100.000 euros que fue destrozada para venderse previsiblemente al peso. Los cuatro gallegos y un ciudadano portugués fueron detenidos por el robo, si bien quedaron en libertad, lo que causó malestar en la localidad lusa.

El juez de Ponte de Lima decretó ayer el cierre de la causa abierta inicialmente por hurto y abrió un proceso judicial por robo. Los cuatro vecinos de O Porriño y el portugués Paulo Jorge F. V. que les acompañaba, con antecedentes policiales, fueron detenidos el pasado día 6 de junio, cuando circulaban por la carretera que comunica Ponte de Lima a San Pedro da Torre (Valença do Minho), en dirección a la frontera de Tui.

La vigilancia establecida por la GNR les localizó en un camión grúa marca Nissan y una furgoneta Renault Express, de matrícula española, donde trasladaban parte de la rotativa, sospechándose que en viajes anteriores pudieron trasladar el resto de las piezas, supuestamente para venderlas a peso, al tratarse de hierro, cobre y aluminio.

El director del diario, Avelino Castro, explica que el juez de Ponte de Lima recibió puntualmente la información requerida sobre los antecedentes policiales de los gallegos, pero no así el solicitado sobre el portugués ante las autoridades lusas. No atendió la petición de recogida de huellas en el lugar del robo "lo que permitiría reforzar la convicción de la autoría del delito", al no considerarlo necesario. Tras la declaración judicial por hurto quedaron todos ellos en libertad.

A la vista de todo ello, la dirección del diario Jornal Cardeal Saraiva, que tiene 101 años ininterrumpidos de vida, decidió protestar públicamente "por la falta de colaboración de la Justicia portuguesa que puso el libertad a los cinco detenidos cuando tienen antecedentes".

Para ello instaló el pasado martes, en un lugar céntrico de Ponte de Lima, un módulo de la rotativa que se encontró en la nave, resto de la que tenía cerca de 22 metros de largo y cinco de altura y que fueron desmantelando los autores del robo.

"La máquina estaba almacenada en una nave que no tenía corriente eléctrica. Los que la robaron llevaron generadores de corriente para poder cortar las piezas y venderlas por kilo. Lo descubrimos cuando ya se habían llevado la mayor parte. Pensábamos estrenar la rotativa el próximo verano", explicaba ayer a FARO de VIGO Avelino Castro.