Rubén Meis Fernández, un vecino de O Grove de 49 años, resultó ayer herido al intentar impedir que un atracador se llevara el dinero de la caja registradora del estanco de su propiedad. Finalmente, tras enfrentarse al asaltante, no pudo impedir que se diera a la fuga y se llevara "600 o 700 euros", según declaró el propio comerciante.Y también ayer, en este caso en Lugo, la Policía detuvo a un hombre por sustraer 300 euros en otro estanco de esta ciudad.

En el caso del asalto registrado en O Grove, la víctima afirma que el robo "ya se veía venir, porque este individuo tiene problemas con las drogas y es una bomba de relojería". "Esta vez me tocó a mi, pero todos en O Grove sabemos quién es y que esto puede pasarle a cualquiera, pues se trata de una persona peligrosa, y no cabe duda de que si esto sigue así cualquier día podemos tener que lamentar alguna desgracia", relata.

Este hombre fue atendido de sus heridas en el centro de salud de la localidad. Presentaba numerosas contusiones y magulladuras en diversas partes del cuerpo como consecuencia de los golpes que recibió en su enfrentamiento con el atracador. Lo más llamativo es que la de ayer fue la segunda vez que recibió la visita del mismo asaltante en lo que va de semana. Se trata de un individuo muy conocido en O Grove, al parecer con una gran cantidad de antecedentes penales y policiales y adicto a sustancias estupefacientes.

Susto

Aún con el susto en el cuerpo tras lo ocurrido en su negocio, al regresar del centro de salud y antes de presentar la denuncia correspondiente en el cuartel de la Guardia Civil, el herido explicaba lo ocurrido. El asaltante entró en el estanco y le exigió que le entregara 50 euros. Rubén Meis le contestó que no le iba a dar nada y este se enfadó. "Si no me das el dinero lo cogeré yo mismo", afirmó el ladrón. Se abalanzó sobre la caja registradora, la abrió y causó daños en el sistema informático del establecimiento. El atracador echó mano al dinero que había en caja y el estanquero trató de impedirlo. Fue entonces cuando se produjo un forcejeo, del que finalmente se liberó el atracador, para darse a la fuga.