El guitarrista de una orquesta de Ribeira acusado de presuntos tocamientos a una niña de 11 años en Vincios (Gondomar) con ocasión de las fiestas de A Fraga en septiembre del año pasado, se enfrenta a dos años y medio de prisión. La familia de la menor, que ejercita la acusación particular, le acusa de un delito de abusos sexuales, y reclama una indemnización de 20.000 euros, la inhabilitación del músico profesionalmente durante el tiempo que dure la condena, y la prohibición de acercarse o ponerse en comunicación la víctima y su familia durante un plazo de cinco años.

La Fiscalía, que también le imputa un delito de presuntos abusos sexuales a la niña, reduce la petición de condena a 22 meses multa, a razón de 6 euros diarios (3.960 euros en total), y la prohibición de acercarse o ponerse en comunicación con la menor durante 3 años. Reclama una indemnización para la niña de 5.000 euros.

Los hechos se remontan al 18 de septiembre de 2009 con ocasión de las fiestas de A Fraga. El imputado, J.E.M., de 53 años y guitarrista de una de las orquestas contratadas aquella noche, aprovechó uno de los descansos de media noche para llamar a un grupo de niñas acompañadas por un perro a las que quería mostrar el camión orquesta, según recoge el escrito de acusación.

En concreto se refería a la menor víctima de los presuntos abusos, que estaba acompañada por su hermana de 3 años y otras dos amigas. Las menores subieron al escenario porque iba a enseñarles los instrumentos. La niña se subió a la batería y, según la acusación, J.M.E.M. la izó realizándole tocamientos por lo que la menor pidió que la bajase.

La víctima, según el escrito de acusación, alertó de lo ocurrido a sus padres nada más huir del hombre. Así, llamó por teléfono a su madre desde la verbena para contarle lo sucedido y la familia denunció los hechos ante la Guardia Civil. El guitarrista acabó su actuación y fue detenido por los agentes del instituto armado, que tuvieron que identificar también a un joven que agredió al músico en el momento del arresto al enterarse de lo ocurrido.

El músico, por su parte, niega las acusaciones y atribuye todo a un malentendido de la menor. Reconoce que muchos niños subieron al camión por voluntad propia y que él se limitó a bajarla de la batería cuando se lo pidió agarrándola por las piernas, pero sin ningún tipo de intención sexual.

La titular del Juzgado de Instrucción 3 de Vigo que instruye las diligencias visitó el camión orquesta para comprobar el palco ante las versiones contradictorias de la niña y el acusado. Ahora la instrucción está prácticamente cerrada y la causa pendiente de que se fije fecha para el juicio en el Juzgado de lo Penal.

El guitarrista y su camión orquesta tienen todavía en vigor la prohibición judicial de entrar en el municipio de Gondomar, donde reside la menor y su familia. Inicialmente la prohibición abarcaba toda la provincia de Pontevedra, si bien la defensa del músico apeló y la Audiencia de Pontevedra limitó la prohibición a Gondomar.

Dado que varios de los testigos de lo ocurrido son niñas menores de edad que acompañaban a la víctima en la verbena, la fiscal del caso ha solicitado que llegada la apertura de juicio oral se adopten las medidas pertinentes para que las menores no tengan necesidad de ver en el juicio al acusado.