La sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha condenado a una pena de 24 años y 6 meses de cárcel a David C.V., de 38 años de edad y que actualmente está ingresado en el centro penitenciario de Pereiro de Aguilar (Ourense), por abusar sexualmente de dos menores a los que captó a través de internet.

Los delitos por los que se le condena son abuso sexual continuado, elaboración de material pornográfico y amenazas a D.R.C., que cuando sucedieron los hechos, entre 2002 y 2003, tenía doce años, y agresión sexual continuada y elaboración de material pornográfico de J.P.G. en 2007, cuando la víctima tenía quince años.

Asimismo, se le condena a sendas indemnizaciones de 24.000 y 60.000 euros y a una pena de dos meses de prisión por un delito de intento de corrupción sobre un tercer menor, M.T., sustituible por una multa.

David C.V., para quien la Fiscalía solicitaba más de 32 años de prisión, queda absuelto, sin embargo, de los delitos de agresión sexual y contra la integridad moral respecto a D.R.C., y de atentar contra la integridad moral de J.P.G.

Con el primero de los menores contactó en septiembre de 2002 a través de un chat y tras ganarse su amistad le prometió que le regalaría un teléfono móvil pero que se lo tenía que entregar personalmente.

Quedaron en un centro comercial de Vigo, donde el mayor de edad se presentó en un coche e invitó al menor a que se subiera con el pretexto de trasladarse a "un sitio mejor", según el texto de la sentencia.

En un momento dado, David C.V. le pidió a D.R.C. que se metiera en el maletero del vehículo, donde el menor viajó hasta el garaje de un motel donde tuvo lugar la primera agresión sexual.

Hubo otros dos encuentros similares en el mismo motel, aunque en el tercero el menor no accedió en un principio a mantener relaciones sexuales, pero sí se dejó fotografiar desnudo y en dos instantáneas aparece practicando sexo oral con el mayor de edad, todo con la esperanza de recibir el móvil que le había prometido.

Tras este tercer encuentro hubo una serie de llamadas hasta que a principios de 2004 finalizaron el contacto, que David C.V. retomó cinco años después al localizar la dirección electrónica de D.R.C., al que le propuso quedar de nuevo o que buscase a chicos menores para mantener relaciones sexuales con ambos.

A modo de chantaje, le mostró en el chat algunas de las imágenes de contenido sexual que le había sacado en la habitación del motel.

D.R. denunció los hechos ante la Policía y contribuyó a la detención de David C.V. en el punto en el que ambos habían quedado previamente.

El material fotográfico incautado permitió identificar a otros dos menores con los que el acusado tenía contacto: J.P.G., del que también abusó en varias ocasiones, y M.T.C., al que había invitado a que se trasladase de Zaragoza, donde residía, a Vigo, para mantener relaciones sexuales, pero entre medias se produjo la detención.

David C.V. consiguió contactar con J.P.G. también a través de Messenger, en septiembre de 2007, pero en esta ocasión se hizo pasar por una chica que le propuso que se masturbara delante de la "webcam" con la promesa de que luego haría lo mismo, cosa que finalmente no sucedió.

Al día siguiente se dirigió al menor a través de una dirección de correo diferente y lo amenazó, haciéndose pasar por miembro de una mafia serbia, con publicar las imágenes que había captado si no hacía lo que le pedía.

Tras varios contactos posteriores convenció a J.P.G. a que quedaran en el mismo centro comercial donde años antes había hecho lo propio con D.R.C. y desde allí se trasladaron a un motel donde comenzaron las relaciones sexuales, que se repitieron con una frecuencia de dos veces a la semana hasta que David C.V. fue detenido en junio de 2009.