Más de nueve años de prisión. Esta es la pena a la que se enfrentan los nueve imputados en la mayor red de prostitución y tráfico de personas desarticulada en Vigo, dirigida presuntamente por los hermanos José (presunto cabecilla de la trama) y Guillermo Lorenzo, dos hosteleros a los que se sitúa al frente de cinco clubs de alterne en Vigo, Pontevedra y Ponteareas, y que compatibilizaban con populares restaurantes y locales de copas como La Trucha y La Porchaba en la ciudad olívica. Negocios que, según el auto de procesamiento dictado el pasado 1 de febrero por la juez de Instrucción 1 de Vigo, servían como "tapadera" para negocios de tráfico de mujeres y clonación de tarjetas de crédito robadas.

Los dos hosteleros y otras siete personas, la mayoría responsables de los clubs de alterne, que se encuentran en libertad tras su detención en 2004, prestarán declaración indagatoria el próximo 7 de febrero. Finalizará así la instrucción del caso, que se trasladará a la Sección Quinta de la Audiencia con sede en Vigo para que la Fiscalía y las defensas presenten sus calificaciones antes de fijar la fecha de la vista oral. En todo caso, las penas a las que se enfrentan los imputados superan los nueve años de prisión, ya que el asunto se ha tramitado como sumario.

La juez procesa a los hermanos Lorenzo por un presunto delito de tráfico de seres humanos e inmigración clandestina con fines de explotación sexual y ánimo de lucro, y también por un supuesto delito de estafa continuado por la clonación de tarjetas robadas en sus restaurantes. Con ellos se sentarán en el banquillo de los acusados Juan Alberto Garcés Mesones, José Manuel Conde Sampayo, José María Viñas Brunet, Iván González Fernández y Jesús Manuel Iglesias Cumplido. La mayoría de ellos son los responsables de los clubs de alterne, en los que ejercían la prostitución mujeres rumanas y sudamericanas y que fueron precintados en una gran redada policial en febrero de 2004.

El auto de procesamiento establece que José Lorenzo -un ourensano que empezó su andadura inicial en Vigo con el club Barbarella- era propietario de cinco locales "en los que un gran número de mujeres ejercían la prostitución de manera forzada". En concreto los clubs eran Goldfinger Discoteca, Club Garden, Vigo Noche, Bahamas (antiguo Limousine) y Media Luna.

Para conseguir mujeres, José Lorenzo "había constituido una perfecta infraestructura, con la creación de varias sociedades, en las que en ocasiones él figuraba como administrador, en otras sus familiares o los encargados de los locales, que sin embargo no tenían poder de gestión, actuando como meros testaferros", según recoge el auto judicial.

Estas sociedades, según la magistrada, "se crearon para ocultar la titularidad real de los locales, a modo de sociedades pantalla que ocultaban el negocio ilícito de base".

Guillermo Lorenzo era quien recibía en la oficina de La Porchaba, en la calle Oporto, la recaudación obtenida del ejercicio de la prostitución, entregada por los encargados de los demás locales, y la contabilizaba a instancia de su hermano, siempre según el auto de procesamiento.

Pero no era el único cometido del conocido pub. Tanto en La Porchaba como La Trucha, así como en el restaurante Asador Siglo XXI, se usaban fraudulentamente los TPV contratados por los dos hermanos con el fin de "obtener un beneficio ilícito". Así, se pasaban tarjetas bancarias robadas o clonadas, aparentando una transacción comercial inexistente, simulando la firma del titular. El dinero defraudado, fijado en 352.759 euros, pasaba a las cuentas de las que eran titulares los dos hermanos Lorenzo.