El exalcalde de la localidad coruñesa de Cerceda, Jesús Orgeira, y su mujer, Carmen Rodríguez, fueron hallados muertos en la cama por su hijo en la mañana de ayer, en el domicilio de ambos en Pau do Lobo, a tres kilómetros del núcleo del municipio, en un extraño suceso que ha conmocionado la localidad. Los cadáveres no presentaban signos de violencia ni se apreciaron signos de contaminación en el aire, según fuentes de la Guardia Civil que no descartan un posible suicidio a falta de lo que determinen la autopsia y los exámenes toxicológicos.

La llamada de alerta la dio el hijo del matrimonio, en torno a las cuatro menos veinte de la tarde, después de que su padre faltase a una cita que tenían en A Coruña por la mañana y no respondiese a las llamadas telefónicas. Acudió con un amigo a la vivienda familiar, donde se encontró con todas las puertas cerradas y el coche en el exterior. Alarmado, rompió el cristal de una ventana y entró.

Allí se encontró con los cuerpos de sus padre y su madre. Jesús Orgeira Muiño y Carmen Rodríguez tenían 67 y 63 años, respectivamente. Según fuentes de la investigación, los agentes de la Guardia Civil desplazados al lugar encontraron los cuerpos perfectamente tapados con la ropa de cama. La habitación estaba ordenada y sólo se salían de un escenario normal restos de vómito en el lado donde se encontró el cadáver de la mujer.

El alcalde de Cerceda, José García Liñares, que fue concejal durante la etapa de Orgeira como regidor por el PSOE (1985-1992), explicó que la policía no había hallado ningún signo de violencia en los cuerpos. También señaló que no habían encontrado signos de contaminación en el aire, por lo que se descarta con casi toda probabilidad una intoxicación por monóxido de carbono u otro gas.

El regidor agregó que la pareja llevaba una vida completamente normal en la aldea cerdedense, perteneciente a la parroquia de Queixas y ubicada a apenas tres kilómetros del núcleo del municipio, en dirección a la parroquia de Xesteda.

El alcalde cercedense realizó estas declaraciones minutos antes del inicio de la convocatoria ordinaria del Pleno municipal, prevista para las ocho y media de la tarde de ayer. La Corporación local decidió iniciar la sesión con un minuto de silencio por el repentino fallecimiento de los dos vecinos del Concello. Además, José García Liñares, anunció que el Ayuntamiento ha decretado un día de luto.

Los cuerpos fueron recogidos pasadas las ocho de la tarde por una ambulancia de Servisa, para trasladarlos hasta el tanatorio del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, donde está previsto que hoy se les practique la autopsia para determinar las causas de la muerte. Fuentes de la investigación añaden que no había denuncia de ningún tipo de suceso de violencia en la familia ni en su entorno.

Jesús Orgeira Muñiz fue el segundo alcalde de la democracia de Cerceda. Gobernó entre 1985 a 1992, año en que le fue arrebatado el bastón de mando por sus propios compañeros del PSOE. Seis de los integrantes de su grupo y el PP le presentaron una moción de censura por favorecer supuestamente a una empresa de su propiedad. Orgeira se encerró en su despacho al término de la sesión y no abandonó el Ayuntamiento hasta recibir una orden de desalojo del Gobierno Civil. El fallecido siguió en la política municipal hasta la pasada legislatura, al frente del PINCE y del CDI y en 2004 fue condenado, al igual que su sucesor –Fernado Martínez– por un delito de falsedad electoral cometida en 1986.