La policía no hizo nada para impedir que participantes en la manifestación contra el desalojo de la casa "okupa" das Atochas, en A Coruña, causaran daños en tiendas y sucursales financieras de vías como la calle Real, pese a que la marcha no había sido autorizada. El concejal de Seguridad Ciudadana de A Coruña, Florencio Cardador, tras precisar que el orden público es competencia de la Policía Nacional y que los agentes municipales que acompañaron la movilización "solo estaban para colaborar en lo que les ordenaran", informó de que los "okupas" carecían de autorización de la Subdelegación del Gobierno para este acto de protesta.

"Es un tema de la Policía Nacional. La manifestación no había sido autorizada y nosotros simplemente colaboramos", declaró el edil para justificar la pasividad de los policías locales ante los hechos vandálicos ocurridos. El subdelegado del Gobierno, José Manuel Pose Mesura, evitó hacer declaraciones sobre la manifestación y se limitó a explicar los motivos por los que las fuerzas de seguridad no actuaron: afirmó que si los agentes nacionales no intervinieron fue porque él no lo ordenó. "La Policía Nacional tiene que intervenir cuando lo digo yo", zanjó.

Los residentes del centro de la ciudad, que asistieron el sábado atónitos a la sucesión de hechos vandálicos protagonizados por los manifestantes, consideran "intolerable" que la policía no haya protegido los intereses de los comerciantes. El presidente de la asociación de vecinos de La Marina, Juan Sáenz-Chas, opina que la situación fue de extrema gravedad y que, además de los comercios y entidades financieras que sufrieron pintadas y desperfectos, hubo vecinos que llegaron a temer por su seguridad. No trascendió si hubo detenidos en relación con los actos vandálicos.