El hecho de que el accidente ocurriese ante una discoteca a la que suelen acudir numerosos jóvenes facilitó la presencia de testigos, que resultaron fundamentales tanto para conocer la identidad del conductor como para encontrarle. Algunos de los chicos conocían al piloto, facilitando a los policías datos sobre esto joven y sobre el vehículo que conducía. Con esta información, los agentes localizaron esa misma madrugada la casa del piloto, en la que estaban sus padres, que habrían llamado por teléfono móvil a su hijo, lo que propició el arresto.

Fue la Policía Nacional quien se hizo cargo finalmente del caso y el joven permanecía anoche en los calabozos de la comisaría viguesa a la espera de pasar a disposición del juzgado de guardia de Redondela, que decidirá sobre los delitos que se le imputan y su situación de libertad o prisión.