Tres encapuchados forzaron en la noche del sábado la vivienda de Carmen Rivero Fernández una vecina de 83 años del pueblo de Silvaescura, en el concello ourensano de Trasmiras, y tras retener a la anciana en la cama, para impedir que pidiera ayuda y de proferirle amenazas ante la negativa de la mujer a decir donde guardaba el dinero, revolvieron la casa y rasgaron almohadas, colchones y otros enseres, hasta dar con un botín de 1.250 euros.

Tras el asalto aún tuvieron tiempo de forzar la cocina, situada en otro inmueble que dista unos 20 metros de la casa y degustar con tranquilidad varios chorizos, galletas y magdalenas. Pasadas las 00.30 horas del domingo y tras el refrigerio, emprendieron la huida.

Carmen Rivero, soltera y sin hijos tiene serios problemas de movilidad a causa de la artrosis. Vive sola en su casa y en un pueblo de sólo dos vecinos. La otra vivienda habitada dista unos doscientos metros. "Eu deitome cedo e o sábado estaba na cama desde as seis da tarde" explicaba; "como oigo mal, non me enterei de que alguén estaba a forzar a porta, hasta que vin no meu cuarto tres homes coa cabeza tapada con capuchas negras que me dixeron, falando en galego:"Vimos a polos cartos, sabemos que os tes eiquí".

La operación estaba perfectamente estudiaba y iban a un objetivo fijo, pues previamente habían colocado unas grandes piedras para cortar el paso por la entrada principal del pueblo y desconectaron el teléfono para impedir que la mujer pudiera pedir ayuda. "Mentres dous homes buscaban os cartos por toda a casa, remexendo todo o terceiro quedou no meu cuarto para que non me erguera da cama e díxome: "Como presentes denuncias matámoste" .

Tras el mal trago la mujer volvió a la cama. No tenía línea de teléfono para pedir ayuda, así que a las ocho de la mañana subió la empinada cuesta hasta la casa de sus únicos vecinos, que avisaron a la Guardia Civil. Carmen Rivero se lamentaba ayer de su suerte. "Esta é a primera vez que vexo aos ladróns dentro, pero xa entraron na casa outras tres veces, a última fai oito anos, e daquela leváronme seis mil euros e o televisor".