Familiares y amigos de Sonia Iglesias se concentraron hoy en la plaza del Obradoiro y posteriormente acudieron a misa en la catedral de Santiago para pedirle al Apóstol ayuda para "poner fin a esta pesadilla", 67 días después de la desaparición de la mujer pontevedresa.

María del Carmen Iglesias leyó, junto a sus padres y rodeada de medio centenar de allegados de Sonia, un comunicado en el que rogó por que "toda esta incertidumbre se acabe lo antes posible", y en el que apeló a la "valentía" y la "clemencia" de "quien o quienes la tienen retenida", para que "confiesen dónde se encuentra".

Recordó que la mayor víctima de la desaparición de Sonia Iglesias es su hijo Alejandro, quien a sus ocho años de edad se ha visto "inmerso en una pesadilla" que le podría dejar "marcado para toda la vida".

La hermana de la mujer desaparecida reparó en que al Obradoiro "llegan miles personas de todo el mundo después de recorrer un largo peregrinaje, pero por desgracia, el camino de mi familia es un camino de sufrimiento que suma ya 67 largos días".

"Por eso", añadió, "sólo queda esperar que con la ayuda de todos y del Santo Apóstol este tortuoso recorrido termine cuanto antes".

El pasado 18 de agosto se perdió la pista de Sonia Iglesias, quien ese día realizaba una serie de recados en el centro de Pontevedra antes de incorporarse a su puesto de trabajo en una tienda de ropa.

Su familia ya ha mantenido reuniones personales con el delegado del Gobierno en Galicia, Antón Louro, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, y pretende hacer lo propio con el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero.