Una redada contra la explotación de mujeres en clubs de alterne de Vigo ha destapado la posible prostitución de una joven menor de edad y de nacionalidad rumana. Durante las últimas semanas la Policía Nacional y la Inspección de Trabajo han vuelto al Skorpio y al Mamba Negra, cuyos propietarios están en prisión y hace un año protagonizaron una de las sentencias más polémicas dictadas por el Tribunal Supremo que les absolvió –tras ser condenados a 8 años por la Audiencia de Pontevedra– de un delito contra los derechos de los trabajadores porque no utilizaron engaño ni violencia con las chicas que traían de forma ilegal desde Brasil.

El matrimonio está en la cárcel porque el Alto Tribunal sí ratificó los 6 años de condena para cada uno de ellos por un delito de inmigración ilegal tras las redadas realizadas en los dos prostíbulos en 2006. Su ingreso en prisión habría conllevado el cambio de titularidad de la sociedad que explota ambos locales en la actualidad.

Hace dos semanas un operativo formado por efectivos de la brigada de Extranjería de Vigo y de la Inspección de Trabajo acudieron al club Skorpio, donde localizaron a dos mujeres inmigrantes que presentaron documentación falsa, por lo que fueron detenidas.

El pasado martes el objetivo de las fuerzas de seguridad se centró en el Mamba Negra. En su interior había una decena de mujeres, entre las que figuraría una adolescente menor de edad y natural de Rumanía, lo que destapó un posible caso de prostitución de menores en el local, por lo que se activó un protocolo especial contra la explotación y el tráfico de seres humanos.

La adolescente está casada y su marido, al parecer, ha sido imputado por la Policía junto con el portero y el responsable del local. Los tres están en libertad a la espera de ser citados por el juzgado para prestar declaración.

Al menos otra media docena de mujeres inmigrantes fueron identificadas y detenidas por carecer de documentación en regla en el Mamba Negra.

La menor rumana compareció ayer por la tarde en el Juzgado de Instrucción 4 de Vigo, en funciones de guardia, donde prestó declaración en presencia de la fiscal especial de Extranjería de Vigo. Al no ser mayor de edad apenas han trascendido datos sobre el caso, aunque algunas fuentes consultadas explicaron que los responsables del club habrían alegado que desconocían que la joven fuera menor de edad y que nunca llegaron a sospecharlo porque su aspecto es el de una mujer adulta y, además, estaba casada y conocían a su marido.

Precisamente el hecho de que la adolescente esté casada abre ciertas dudas sobre si debe seguir considerándosela menor de edad, pues el hecho de contraer matrimonio conllevaría su emancipación.