La mayor subasta de bienes decomisados a narcos en España arrancó ayer en la sede de la Delegación de la Agencia Tributaria de Galicia. Naves, bateas, plazas de garaje, pisos, fincas y un pazo del siglo XVIII valorados en más de ocho millones de euros. Hasta un total de 24 lotes de bienes del patrimonio societario intervenido al holding empresarial del clan arousano de los Charlines serán subastados en A Coruña hasta el próximo día 19. Dentro de unos meses, cuando concluyan los trámites registrales ahora en curso, le tocará el turno al patrimonio personal decomisado al patriarca, Manuel Charlín Gama, y a sus familiares directos.

En el primer paquete de bienes embargados por la Audiencia Nacional en 2003 a los Charlines, la Agencia Tributaria sacó a subasta una nave industrial -de la conservera Mar Blanco, en Vilanova de Arousa (Pontevedra)- y la joya de la puja, el pazo de Vista Real, también en Vilanova y valorado en más de dos millones. Pero sólo hubo ofertas para la nave -dos presenciales y una enviada días antes en sobre cerrado-, que fue adquirida por una empresa de servicios por la cantidad de salida, 106.000 euros. Para la puja del pazo no se presentó ningún comprador.

Esta ausencia de ofertas abre las puertas al Concello de Vilanova, que ya había manifestado su interés de adquirir el pazo y que ayer confirmó su decisión de presentar una oferta tras quedar desierta la subasta. El alcalde, Gonzalo Durán, apuntó que un buen destino para el emblema del clan de narcos arousano podría ser un centro de día o para cualquier otro fin social. “Nada mejor que ponerlo en manos de los vecinos, a quienes tanto perjudicaron los Charlines”, afirmó Durán. Aunque reconoce las dificultades financieras para hacer frente a la compra del caserón, no descarta recurrir a otras administraciones, muy probablemente la Diputación de Pontevedra.

Proceso de adjudicación

Ante el vacío de ofertas a la subasta del pazo de Vila Real -construido en el siglo XVIII y que cuenta con una catalogación integral por parte de Patrimonio-, la Agencia Tributaria tendrá que abrir un proceso de adjudicación directa, en el que durante dos meses -el plazo concluye el 9 de diciembre- los interesados podrán presentar su oferta en sobre cerrado y por la cantidad que quiera la persona interesada.

Una vez transcurrido este plazo, según apuntó ayer el delegado de Hacienda en Galicia, Luis Pazos, se abrirán todos los sobres y se adjudicará a la mejor de las ofertas. Pero el pazo, no se malvenderá.

Pazos quiso dejarlo claro: “La oferta tendrá que cubrir un importe mínimo que deberá fijar la Audiencia Nacional”. “En principio se adjudicará a la mejor oferta, pero no a cualquier precio”, insistió al tiempo que aseguró que si finalmente este o otro bien decomisado no se adjudican en subasta, la Audiencia Nacional deberá decidir qué se hace con ellos, aunque lo habitual en estos casos -añadió- es que pasen a patrimonio del Estado. Los responsables de Hacienda descartan que a la puja acudan posibles testaferros del clan Charlín, una estrategia que ya utilizó la familia en el pasado para intentar recuperar sus bienes una vez que salían a subasta.

En caso de que se sospeche la participación del entorno de los Charlines en las pujas previstas, el delegado de la Agencia Tributaria en Galicia advirtió de que “se investigará la procedencia del dinero y deberán justificar su origen”.

La puja de los dos primeros lotes de los bienes decomisados al clan arousano arrancó ayer con poca expectación. Para la diez de la mañana estaba convocada en la sede de la Agencia Tributaria en Galicia la subasta de una nave de la depuradora Mar Blanco, una empresa fundada a finales de los años 70 por un madrileño que con el paso de los años se hizo un nombre adquiriendo marisco de calidad. El fallecimiento de su creador provocó un lento declive que acabó con ella en manos de los Charlines a finales de los 90, quienes la incluyeron en su entramado de empresas para blanquear capitales procedentes del narcotráfico. Media hora después de haberse procedido al inicio de la puja, la nave fue adjudicada por el precio de salida -106.585 euros- a una empresa de servicios que concurrió a través de una oferta presentada días antes en sobre cerrado. A la sala sólo acudieron dos potenciales compradores que no alzaron la mano para subir la oferta inicial.

La mayor expectación de la primera jornada de subasta la suscitó el pazo de Vista Real. El emblema del clan arousano salió en primera licitación a un precio de 2,07 millones, pero al no presentarse ninguna oferta tuvo que abrirse una segunda puja con una reducción del 25% (1,5 millones). Pero tampoco para esta segunda subasta concurrieron licitadores.

Hoy se retomará la puja, con la puesta a la venta de ocho bateas de entre 10.000 y 240.500 euros y un barco de 57.000. El próximo miércoles día 13 saldrán a subasta dos fincas -una valorada en 93.552 euros y la otra, en 35.602- y dos pisos -uno de 171.000 euros y el otro de 283.000-. Al día siguiente, serán siete los lotes que se pondrán a la venta -pisos, garajes y un terreno de entre 85.000 y 625.000 euros-.

Dos garajes serán las últimas propiedades del holding empresarial incautado al clan de los Charlines por las que se podrá pujar. Esta última subasta será el día 19. Pero en los próximos meses, saldrán a subasta los bienes patrimoniales embargados al ahora casi octogenario patriarca de la familia por un delito de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico.