Cinco pescadores portugueses que regresaban del puerto de Vigo fallecieron ayer por la mañana al colisionar brutalmente el monovolumen en el que viajaban contra las partes trasera y lateral de un camión, de gran tonelaje, que estaba aparcado en la carretera nacional N 13, a la altura de San Pedro da Torre, en el municipio de Valença do Minho (Portugal). En el siniestro sobrevivieron, con heridas de diversa consideración, otros tres marineros y la mujer de uno de ellos, patrón del barco Fascínios do Mar y conducor del vehículo en el momento del siniestro, que pudo quedarse dormido al volante.

Los pescadores se dirigían desde Vigo, donde tiene base el barco aunque el armador es de Vila do Conde, a sus casas en Caxinas, en el municipio luso. Habían descargado pez espada en el puerto de Vigo, a donde llegaron tras una marea de unos 15 días en la zona de las Azores. La mujer del patrón había ido arecogerlos a la ciudad olívica y, de regreso, su marido conducía el monovolumen Renault Trafic, matriculado este año y que quedó totalmente destrozado por el gran impacto.

Uno de los testigos del accidente es un vecino de la zona, Manuel Araujo dijo: "Escuché el golpe y oí los gritos de personas que estaban dentro de la furgoneta. Ví como se movían, y una cabeza y un brazo separados de los cuerpos. La furgoneta chocó contra la parte trasera del camión y después contra un lateral. No tuve coraje de ver más". A los cinco minutos llegaron al lugar los Bombeiros Voluntarios de Valença do Minho, que participaron en el operativo con 22 efectivos. Este vecino considera, a la vista del choque, que incluso desplazó hacia un lado al camión, que la furgoneta "debía ir a bastante velocidad en esta carretera" que tiene limitación.

Ricardo Ferreira es el propietario de la empresa de transportes a la que pertenece el camión de 40.000 kilos contra el que colisionó el monovolumen. Confirmó en el lugar del suceso que su vehículo estaba estacionado mientras el conductor almorzaba en un establecimiento cercano. Tras el impacto "el camión giró hacia el lado derecho", precisó, comentando también que en los primeros momentos se desconocía la identidad de los fallecidos y heridos que viajaban en el monovolumen, en el que también trasladaban pescado.

Los pescadores que fallecieron en el acto fueron José Manuel G., José Manuel S., Manuel M. Albertino P. y A. En el hospital de Viana do Castelo permanece ingresado José D. M., patrón del barco; su mujer Natalia M. y Claudio C., fuera de peligro. José Filipe C. se encuentra en estado grave, con traumatismo craneal, y fue transportado en helicóptero del INEM hasta el hospital San Marcos de Braga, donde iba a ser operado por especialistas en neurocirugía. Tres de los supervivientes viajaban en la parte delantera del vehículo, en el que ayer podían verse los "airbag" delanteros abiertos.

El presidente de la Cámara de Vila do Conde anunció la prestación de servicios de apoyo psicológico y de asistencia social para apoyar a las familias de las víctimas.

Durante cuatro horas, desde las once de la mañana hasta las tres de la tarde, la N 13 permaneció cortada al tráfico para proceder a la evacuación de los heridos y de los fallecidos, una labor realizada por los Bombeiros de Valença, que tuvieron que excarcelar los cuerpos. El primer evacuado fue el conductor y patrón José D. M., que fue trasladado en ambulancia hasta el hospital de Viana.

El portavoz del cuerpo de Bombeiros Voluntarios de Valença informó que participaron en el operativo un total de seis ambulancias, un coche con el equipo y personal de excarcelación, otro de transporte de refuerzo, además de dos vehículos del SIV de Portugal, un coche y personal de emergencias médicas rápidas de Viana do Castelo y otro de Braga. A estos efectivos se suman el helicóptero del servicio de emergencias de Portugal y efectivos de la Guardia Nacional Republicana que regularon el tráfico.

El monovolumen siniestrado permanecía ayer en una nave de depósito de chatarra situada en el área industrial de San Pedro da Torre, en Valença do Minho. Hasta este lugar actuó de guía el taxista Alexander Vaz Rodrígues, a fin de poder observar su estado, que se corresponde a la gravedad del accidente. Los laterales del monovolumen fueron cortados por el equipo de excarcelación para poder evacuar a los heridos y fallecidos.

Varios signos evidentes de los daños personales todavía estaban a la vista. Vecinos de la zona donde se produjo el suceso comentaban estremecidos y conmocionados esta tragedia que tiene su epicentro en Vila do Conde, localuidad donde residen todos los marineros y donde les esperaban las familias.