Es un trabajo lento y minucioso en el que nada se puede obviar y por eso la Policía Nacional ha puesto su mirada experta sobre los cerca de 150 objetos localizados en el multitudinario rastreo vecinal del pasado domingo para concluir que media docena de ellos, y de manera especial tres, podrían aportar algún tipo de pista fiable sobre la desaparición de Sonia Iglesias Eirín, por lo que han sido enviados a laboratorios de A Coruña en donde disponen de medios más sofisticados para analizar posibles rasgos biológicos.

La investigación sobre la desaparición hace trece días de la pontevedresa Sonia Iglesias Eirín, de 38 años, mantiene abiertas distintas hipótesis de trabajo aunque con el denominador común de estar ante una marcha involuntaria.

Es por este motivo, y ante la falta de indicios claros para tirar del hilo que conduzca al esclarecimiento del caso, por lo que se ha reforzado la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Pontevedra con un equipo de la Brigada de Homicidios y Personas Desaparecidas de Madrid.

La Policía es consciente de que el tiempo juega en su contra y si no consiguen esclarecer en los próximos días el suceso, éste podría convertirse en un nuevo caso Marta del Castillo.

Última concentración

Por otra parte ayer se celebró la quinta y última concentración de los vecinos del Campo da Torre, lugar en donde vive la mujer desaparecida, para recordar que Sonia no está. A las cinco convocatorias acudieron los padres (Maricarmen y Alejandro) y la hermana de Sonia con su marido, lo que ha minado aún más el ánimo de la familia.

A partir de ahora y desde mañana mismo sólo saldrán a la calle para sumarse a las manifestaciones que promueven los compañeros de trabajo y amigos de Sonia, coincidiendo con el día de la semana de su desaparición: el miércoles. Mañana se cumplen dos semanas.

Más de un millón de personas se han interesado en la web de la AsociaciónSOS-Desaparecidos por el caso de la pontevedresa Sonia Iglesias Eirìn.