"Estamos todos sanos y con hambre", dijeron ayer en su primera comunicación telefónica con la superficie los 33 mineros atrapados en un yacimiento del norte de Chile. Los obreros, que llevan bajo tierra desde el pasado 5 de agosto, pidieron comida y también oxígeno, porque según dijo André Sougarret, jefe del equipo de rescate, "ése es un tema que les ha complicado".

Además de agua, medicinas y alimento líquido, los socorristas han empezado a mandarles oxígeno empleando unos cilindros que hacen descender hasta el refugio donde están los mineros, utilizando el conducto de la sonda que ayer les encontró sanos y salvos. Los 33 mineros atrapados, contactados a través de una sonda y una cámara de televisión, cumplen hoy 19 días a 700 metros de profundidad y su rescate se demorará al menos tres meses.

Por otra parte, Leonardo Farkas, un millonario empresario minero, regaló ayer cinco millones de pesos (unos 9.000 euros) a la familia de cada uno de los 33 obreros y anunció que promoverá una campaña para reunir un millón de dólares para cada uno de los trabajadores.