En un silencio interrumpido solo por los llantos,miles de pontevedreses arroparon ayer a la familia de Sonia Iglesias Eirín, la mujer de 38 años de edad desaparecida en Pontevedra el pasado miércoles, en una concentración en la plaza de A Ferrería.

Policía Nacional y Guardia Civil prosiguen el rastreo de la zona de O Vao (Poio) y el entorno del río Lérez y las "xunqueiras" de O Vao y Alba en busca de pistas sobre el paradero de Sonia Iglesias Eirín. En las inmediaciones del poblado chabolista localizaron la pasada semana objetos personales de la mujer desaparecida en Pontevedra el miércoles 18 de agosto.

Se encontró la cartera con su documentación intacta, según indicaron fuentes policiales, lo que aleja aún más la prácticamente desechada hipótesis de que se hubiese ido de forma voluntaria. Si el carné de identidad estaba en O Vao, el pasaporte nunca salió de su domicilio pues allí lo encontraron cuando los agentes hicieron un primer reconocimiento de la vivienda.

Fuentes policiales reconocen que la investigación está siendo "muy complicada" y que la falta de resultados concretos no implica que no estén trabajando contrarreloj. Recuerdan que en casos como estos se puede producir un vuelco en cualquier momento y saben que el paso del tiempo juega en contra.

La de ayer fue una jornada triste a la que se sumaron sus padres, familiares, amigos, compañeros de trabajo y cientos de vecinos que conocen (o no) a la desaparecida y que quisieron expresar su solidaridad con sus seres queridos y compartir con ellos su deseo de un final feliz. Entre ellos, representantes de los distintos grupos políticos.

La hermana de la desaparecida, Maricarmen, fue la encargada de leer la declaración en la que recordó que "hoy (por ayer) hace 6 días que ha desaparecido, que no la tenemos, ni escuchamos sus risas ni sus bromas, Sonia, tus padres, tus hermanos y amigos y compañeros sabemos que no te has ido voluntariamente, no nos harías pasar por esto y sabemos que por nada del mundo dejarías que tu hijo sufriese".

Necesitó en ese momento parar su intervención para reponerse de la congoja y tras tomar aire, concluyó con un: "necesitamos respuestas, saber donde estas, que estés a nuestro lado, volver a verte".

Una larga y sorda ovación siguió a estas palabras, aplausos conmovidos que a su vez desencadenaron el llanto entre los familiares y allegados de Sonia.

En la primera fila, la hermana de Julio Araujo (la pareja de Sonia), que apenas pudo hablar con voz entrecortada para pedir "que venga, que venga, que aparezca ya". También asistieron a la concentración otros familiares del marido de la desaparecida como uno de los hijos de su primer matrimonio, igual de afectados y también al borde del llanto. Julio Araujo, no acudió, al menos no estuvo entre los familiares más próximos.

Con lágrimas participaron en el acto los compañeros de trabajo, codo con codo con la familia. De hecho fueron ellos los promotores de una iniciativa que ayer sacó a la calle a miles de pontevedreses y vecinos de Arcade y Vigo, localidades vinculadas a la biografía de Sonia.

Durante los últimos días los compañeros de la tienda donde trabaja han organizado salidas para "peinar" el entorno de las xunqueiras para buscar a su amiga. También los vecinos del Campo da Torre, en donde vive con su pareja y su hijo de 9 años, que realizaron inspecciones en la misma zona, tomaron ayer la palabra en la concentración para expresar su apoyo.

Tras la concentración, los participantes optaron espontáneamente por dirigirse hacia la plaza de España, hasta donde llegaron en manifestación con una pancarta al frente en la que podía leerse "Todos somos Sonia".

En este punto se vivieron los momentos más dramáticos, infelizmente protagonizados por la madre de la desaparecida.

Por su parte, la portavoz de la familia reconoció que ellos no tienen "más datos que los que vosotros (en alusión a los periodistas) aportais".