En el monte Sobareiro, en la zona de Loira en el municipo pontevedrés de Marín, se declaró ayer un voraz incendio forestal sobre las 19.30 horas. Se trata del primer fuego de gran envergadura que se produce en la provincia de Pontevedra en esta campaña estival.

El fuego cercó un núcleo de 40 casas en A Teoira, parroquia de Ardán, alcanzando el muro de las viviendas más próximas al monte. Las dificultades de acceso por la estrechez de los viales por donde apenas podían pasar los camiones de bomberos, obligaron a los propios vecinos a enfrentarse a las llamas hasta que llegó el Ejército y personal a pie de Protección Civil y de la Xunta de Galicia. Al cierre de esta edición todavía no habían finalizado las tareas de extinción y no se conocía con exactitud la superficie calcinada.

Fuentes de la Policía Nacional aseguraron que el fuego se originó en dos focos distintos y simultáneos por lo que todo apunta a que pudo ser intencionado. Los agentes se hanhecho cargo de las investigaciones y ayer mismo comenzaron la labor de búsqueda de sospechosos.

Sobre las 19.45 horas los medios remitidos por la Consellería de Medio Rural empezaban a llegar a la zona. Según informaron desde la consellería, se derivaron al lugar 4 helicópteros, 1 hidroavión, 3 ayudantes de carga en tierra, dos agentes forestales, 4 brigadas anti incendios, efectivos del Grupo Municipal de Intervención Rápida y 4 motobombas. Posteriormente se fueron incorporando equipos de extinción de incendios de la mayoría de los ayuntamientos de la comarca.

A partir de las 22.00 horas fue necesaria también la presencia de un equipo de cuatro camiones con treinta soldados de la Brilat que se vieron obligados a acceder a pie al núcleo de A Teoira, debido a que la dimensión de los accesos resultaba insuficiente para el paso de cualquier vehículo de extinción de incendios.

El viento que se registró en la zona a última hora de la tarde complicó la tarea de apagar el fuego y acercó peligrosamente las llamas a varias viviendas. De hecho, algunos vecinos optaron por retirar los coches de los garajes y alejarlos del foco de las llamas. El incendio avanzó rápidamente por la superficie forestal que, según informaban desde fuentes municipales, había registrado un crecimiento sin control de eucaliptos que junto con la maleza supuso un incentivo para el incendio.

Momentos de tensión

Las escenas de mayor nerviosismo se vivieron en la parroquia de Ardán, donde el fuego llegó a tan sólo tres metros del muro exterior de las viviendas más próximas al monte, cerca de las 22.00 horas. El primer camión de bomberos que intentó acceder a la zona se quedó atascado, por lo que fueron los propios vecinos quienes con sus medios tuvieron que hacer frente a las llamas.

“Estamos moi descontentos porque aquí estamos nós sós e temos o lume a tres metros das casas”, subrayó una vecina de la zona, quien explicó que los afectados estaban realizando cortafuegos con la limpieza de la maleza y utilizando las mangueras de las propias viviendas para detener el avance de las llamas.

“Xa non sabemos que facer. Estamos nunha situación de impotencia total e aquí non aparece ninguén”, subrayaba una de las afectadas poco después de las 21.45 horas cuando los efectivos de la Brilat todavía no habían llegado al lugar.