La juez ha decretado el sobreseimiento provisional del caso abierto a raíz del fallecimiento de un niño de dos años por el ataque de un pit bull de la familia en una vivienda de Pazos de Borbén. El trágico suceso ocurría el pasado 15 de mayo y ahora, dos meses después, la magistrada archiva la causa y exonera de responsabilidad tanto al padre como a la abuela materna del niño, que habían prestado declaración en calidad de imputados por un presunto delito de homicidio imprudente. Concluidas las investigaciones, la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Redondela considera que no hay indicios de “indiligencia” en el proceder de estos dos familiares y concluye que no se puede sostener que “crearan un riesgo jurídicamente desaprobado”.

La trágica muerte del pequeño Iago R.M. causó una honda conmoción en el municipio pontevedrés de Pazos de Borbén. El accidente ocurría la tarde de un sábado en la parroquia de Mosteiro, cuando el pequeño y dos primos de 2 y 4 años de edad se encontraban al cuidado de su abuela materna. El perro, con el que el niño fallecido había convivido desde que nació en un piso de Vigo, atacó al menor y le provocó graves mordeduras que causaron su muerte sin que los efectivos sanitarios que se trasladaron al lugar pudieran hacer nada por salvar su vida.

La Guardia Civil abrió una investigación para esclarecer lo ocurrido y, tras interrogarlo, imputó al padre del niño y propietario del perro al sostener que podrían existir supuestas irregularidades en la inscripción del can en las listas especiales de animales potencialmente peligrosos y para esclarecer si se habían cumplido las medidas de seguridad con respecto al animal. El juzgado redondelano amplió después el número de implicados al citar recientemente como imputados no sólo a este hombre, sino también a la abuela materna del menor, dado que estaba sola en la casa a cargo de los pequeños cuando ocurrió la tragedia.

Diligencias

Tras las diligencias practicadas, el juzgado redondelano notificaba ayer el auto en el que decreta el sobreseimiento provisional de las actuaciones abiertas, según informa el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). “En el presente caso no puede sostenerse al no existir indicios fundados que resulten de las diligencias practicadas, que en el actuar de los imputados pueda apreciarse indiligencia u omisión que determinara el resultado producido”, se afirma en la resolución. “No cabe considerar, ni por parte del padre del menor fallecido, ni por parte de su abuela, que crearan un riesgo jurídicamente desaprobado”, añade la juez.

Sobre las circunstancias en la que se encontraba el pit bull cuando ocurrió el suceso, el auto judicial indica -añade el TSXG- que el perro estaba en un lugar cerrado y con una correa, que consta como pieza de convicción en la causa y que estaba rota, “desconociéndose el momento y las circunstancias de la rotura de la misma”, concluye.

El animal estaba encerrado en un recinto al aire libre de hormigón, en cuyo interior disponía de una caseta, y cercado por una verja de madera con estacas. Tras el ataque mortal a su nieto, el abuelo del menor ahorcó al animal que causó este drama familiar.