La Policía comprobó pronto que el asesinado Díaz Moñux mantenía importantes desencuentros con varios clientes vinculados al crimen organizado y con otros letrados. El abogado denunció semanas antes de morir que temía por su vida. De hecho, una de las vías de investigación policial se dirigió a comprobar si narcos gallegos o colombianos habían ordenado su muerte. Como abogado de David Pérez Lago, hijastro de Laureano Oubiña, Moñux se hizo cargo de su defensa cuando fue detenido como presunto cabecilla de la organización responsable del desembarco fallido de 6.

000 kilos de cocaína en Corme en mayo de 2006, al que habría precedido otro de 4.000 kilos en Portugal. Moñux conoció entonces a la letrada cambadesa Tania Varela, pareja sentimental de David Pérez Lago, y asumió también su representación ya que había sido detenida en la Operación Roble por su presunta vinculación con la trama de blanqueo de capitales atribuida a Pérez Lago. Finalmente Tania Varela rompió con el hijastro de Oubiña y comenzó una relación con Alfonso Díaz Moñux. Ambos letrados comenzaron a trabajar juntos y compartieron estrado como abogados defensores de dos de los acusados en el juicio de la operación " Pipol" en Asturias.

Las diferencias con la organización de la droga de Corme no vendrían sólo por cuestiones sentimentales, sino por el desvío de una parte de la droga que le achacarían los colombianos. De hecho, semanas antes de morir Díaz Moñux tuvo un altercado en una reunión en la cárcel de A Lama, donde permanecían algunos de los detenidos en 2006, y medio año antes recibió un mensaje en su teléfono advirtiéndole de que dejara la defensa de Tania. El remitente era otro de los letrados con el que habría tenido problemas por una venia.

Otra de las vías de investigación se centra en cárteles colombianos asentados en Madrid, ya que en algunos registros se hallaron imágenes del letrado tomadas en varios seguimientos.