El futuro de Jacobo Piñeiro, autor confeso de la muerte a puñaladas de dos gays en un piso de Vigo está en manos del Tribunal Supremo. La Audiencia de Pontevedra le absolvió del delito de homicidio porque el jurado popular dictó un polémico veredicto de inocencia al estimar que les propinó casi un centenar de puñaladas víctima de un "miedo insuperable" por su vida, pero le impuso una condena de 20 años de cárcel por el incendio que causó en la vivienda para borrar huellas y destruir los cuerpos.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) anuló el veredicto ante los recursos de la Fiscalía y la acusación particular y ordenó repetir el juicio con un nuevo jurado. Esta decisión hace que Jacobo Piñeiro Rial siga ingresado en la cárcel de A Lama, pero como preso preventivo a la espera del nuevo juicio. Si la nueva vista no se celebra antes del próximo 14 de julio, saldrá en libertad provisional porque habrá cumplido los 4 años máximos de prisión preventiva que permite la legislación española.

Pero el nuevo juicio no puede celebrarse hasta que el Tribunal Supremo resuelva el recurso de casación presentado por la defensa de Piñeiro Rial contra la decisión del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia de anular el primer veredicto del jurado.

Hace apenas dos semanas el recurso por infracción de Ley e infracción de precepto constitucional entró en el Alto Tribunal y, además de solicitar que se respete la sentencia de la Sección Quinta de Vigo dictada con el veredicto de inocencia del primer jurado, la defensa de Piñeiro Rial reclama que se rebaje a la mitad la condena de 20 años por el delito de incendio.

En el recurso se alega que la magistrada de la Audiencia de Pontevedra, antes de entregar a los jurados el escrito con el objeto del veredicto, "dio audiencia a las partes, acusaciones y defensa para que solicitaran las inclusiones o exclusiones que considerasen oportunas, no haciéndose constar por ninguna de las partes, ningún defecto que posteriormente en los recursos de apelas han hecho llegar al TSXG".

El cuanto a la reducción de la condena por incendio de 20 a 10 años, la defensa de Jacobo Piñeiro argumenta que se le aplicó la máxima pese a que la vida de los vecinos del inmueble no corrió peligro gracias a la rápida actuación de los bomberos. Ahora responderán Fiscalía y acusación particular. La duda está en si el Supremo dictará su resolución a tiempo y la Audiencia repetirá el juicio, si es el caso, antes de que Piñeiro Rial tenga que ser puesto en libertad.