Un sacerdote resultó herido a puñaladas en la cara por un ladrón al que abrió la puerta de su casa en la localidad ourensana de A Rúa creyendo que era su hermano. El religioso, sangrando pero consciente, alertó a un familiar cuando el agresor se dio a la fuga. Amadeo Blanco, natural de Petín pero afincado en Madrid, recibirá hoy el alta en el hospital de O Barco, donde se recupera de la agresión. El sacerdote, destinado en la parroquia madrileña de Santa Bárbara, no olvidará la primera Semana Santa que pasa en casa desde hace más de 30 años.

A las 10 de la mañana de ayer, después de ojear el periódico en su vivienda de la calle Progreso, fue asaltado por un hombre de 40 años, al que busca la Guardia Civil, que "sin mediar palabra" lo apuñaló en la cara cuando le franqueó la puerta. "Le abrí sin previo aviso porque creía que mi hermano, que se iba para Madrid, podía haberse olvidado de algo", relataba Amadeo a FARO desde la cama del Hospital Comarcal de O Barco. "Tengo heridas superficiales (en el pómulo, el párpado, la oreja y el cuero cabelludo) pero aún estoy aturdido por todo", añadió.

Amadeo Blanco, de 73 años de edad, le dijo adiós a su hermano en el domicilio de A Rúa donde también residen una de sus hermanas y su cuñado. "Después de despedirme subí al piso, y no había nadie. Me puse a mirar el periódico cuando de repente sonó el timbre", recuerda.

"En cuanto abrí la puerta, me apuñaló", relata sin dilaciones Amadeo Blanco. Impactado por el suceso y "mareado por cómo sangraba", describe el religioso, obedeció a las peticiones de su agresor, que le pidió "todo el dinero" tras una violenta carta de presentación.

Amadeo cruzó el pasillo de su vivienda situada en el cuarto piso y entró en un despacho donde guardaba efectivo. El cura entregó a su agresor alrededor de 800 euros de un dinero que conservaba en el domicilio y que, de forma contraria a algunas hipótesis apuntadas ayer, no había sacado minutos antes del cajero de una entidad bancaria.

"Se lo di y no le pareció suficiente", repetía sorprendido el religioso. La Guardia Civil, que mostró a Amadeo en el hospital varias imágenes con posibles sospechosos, trata de localizar al asaltante, que se hizo finalmente con el dinero y, además, llegó a amenazar al cura natural de Mones (Petín).

El agresor abandonó la vivienda tras el robo dejando al cura herido. Con anterioridad a su huida, advirtió a Amadeo, como recordaba ayer al conversar con este periódico: "me amenazó diciéndome que me mataría si denunciaba lo que pasó".

Con el ladrón y agresor escaleras abajo, Amadeo Blanco se desplazó entre mareos para cerrar la puerta, abierta de par en par desde que contestó al timbre; y de inmediato alertó de los hechos a un familiar, un cuñado que se puso en contacto con el centro de emergencias del 112, por lo que minutos después los servicios médicos del 061 y una patrulla de la Guardia Civil de A Rúa se presentaban en el escenario del asalto. El cura fue traslado al Hospital de O Barco.