El barco portugués Vemar, hundido con cinco tripulantes a bordo frente a la playa de Caminha (Portugal) en la madrugada del pasado miércoles, fue reflotado en el día de ayer y arrastrado hasta la orilla, con ayuda de tres pesqueros, sin rastro de los dos pescadores desaparecidos. El operativo duró seis horas con intervención de cinco buzos del cuerpo de Bombeiros Voluntarios de Caminha y de ocho efectivos de la Policía Marítima de la localidad portuguesa. A la embarcación le falta el puente que se partió por la fuerza del oleaje que hundió el barco en la zona de la "barra", cerca de la desembocadura del Miño. Ayer por la mañana recibía sepultura el pescador fallecido Manuel José Pereira Vasconcellos, localizado el miércoles.