Integraban, según la Fiscalía, una banda jerarquizada que introdujo y distribuyó cocaína en la comarca ourensana de Valdeorras hasta que la Guardia Civil destapó la red en el año 2003 en el marco de la "Operación Avellana". Se trata de los ocho presuntos miembros de una organización que desde ayer se sientan en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Ourense y para los que el fiscal solicita penas que suman 89 años y medio de prisión. Los supuestos cabecillas son de nacionalidad colombiana.

La Policía Judicial de A Rúa comenzó a casar las piezas en abril de 2003. Tras la intervención de numerosas conversaciones telefónicas, el análisis de transferencias bancarias y el seguimiento policial, los investigadores constataron que la presunta red estaba estructurada en varios niveles: la dirección correría a cargo de tres colombianos. Supuestamente, ellos determinaban la cantidad de droga que se pondría a la venta y se ocupaban del abastecimiento regularizando viajes desde sus domicilios en Madrid hasta entablar contacto con dos parejas de O Barco que, según el fiscal, tenían una posición intermedia en la banda. En el último escalafón aparece un octavo acusado que ejecutaba las misiones que le encomendaban.

En el banquillo se sentó una novena persona acusada de vender hachís al margen de la banda. Todos los imputados, tras negar los cargos, se acogieron a su derecho a no declarar. El juicio sigue hoy.