Una novedosa sentencia que castiga la piratería en Internet. Un juzgado vigués ha condenado a un año de prisión al administrador de una página web que ofertaba numerosas películas a cambio de una tarifa que los usuarios debían pagar para visualizarlas. El enlace ofrecía producciones cinematográficas que no era necesario descargar previamente, como ocurre en las redes P2P, sino que se podían ver mediante una modalidad con cada vez mayor auge en la red, el streaming, que permite con un sólo clic visualizar o escuchar un archivo multimedia directamente en el navegador al estilo de los videos de YouTube. La Fiscalía de Criminalidad Informática de Pontevedra destacó lo "novedoso" de este fallo judicial por ser una de las primeras condenas registradas en la provincia por difundir en la red, con ánimo de lucro, creaciones protegidas por derechos de autor.

El acusado, Francisco Javier G.Q., un promotor de conciertos de 42 años, constituyó junto a un socio Simon Films S.L., una compañía cuyo producto estrella era un buscador que permitía al usuario crear su propia parrilla televisiva: www.simonfilms.tv. Él mismo lo describió en un reportaje publicado en prensa como un producto pionero en la búsqueda de vídeos y películas a través de Internet. Pero esa web que se presentaba como un portal de sencillo manejo y fácil consumo para los usuarios y que ofrecía más de 1.200 vídeos de películas o conocidas series como "Perdidos" o "Friends" ha acabado por costarle una pena de un año de prisión y de 1.800 euros de multa, una condena por un delito continuado contra la propiedad intelectual que él mismo aceptó tras un acuerdo de conformidad entre el fiscal y su abogado en el Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo.

Todo empezó en diciembre de 2006, cuando la representación procesal de varias compañías cinematográficas –a las que deberá indemnizar con 1.800 euros– presentó una denuncia en la comisaría viguesa en la que señalaba, según la Fiscalía, que la web del acusado "venía ofreciendo continuadamente el acceso indiscriminado a cualquier usuario de Internet a muchísimas películas a cambio de una remuneración económica [...]".

Las películas podían verse on line mediante streaming, por lo que no era necesario descargarlas previamente. El fiscal, que en principio solicitaba un año y nueve meses de prisión, destaca en su escrito que las producciones cinematográficas que el acusado ofrecía "se encontraban protegidas por los correspondientes derechos de propiedad intelectual" y que éste no disponía de autorización de los titulares de esos derechos "para ningún tipo de reproducción, comunicación pública o explotación de tales creaciones". Además, concluye la acusación, el administrador del sitio web obtenía un beneficio económico por la remuneración que cada persona le pagaba por el visionado de los filmes, causando así un "perjuicio" a las compañías cinematográficas que el ministerio público valoró en casi 2.300 euros.