"No ha habido una explosión", explicaba anoche Agustín Ucendo, residente en el edificio de enfrente al siniestrado, "sino un crujido muy fuerte, y enseguida un estruendo producido por la caída de los escombros. Cuando me asomé, solo se veía una enorme nube de polvo, y cuando se levantó, ya no había más que ruinas. Todo ocurrió en apenas cinco segundos".

Los vecinos explicaron que el primer piso de la finca se encontraba muy deteriorado, y que aquí podría estar el origen del siniestro.

Fuentes de la Policía Local confirmaron que, según el padrón, en el inmueble vivían ocho personas. A la una y media de la madrugada se habían recuperado el cadáver de una persona y a otra más herida. A esa hora se solicitó la intervención de una excavadora para retirar más escombros.