"J.J. Chicolino" dio ayer su primer paso en firme para el restablecimiento de la actividad tras cerrar el contrato de alquiler de una nave de 700 metros cuadrados en el polígono de Espiñeira, muy cerca de la otra firma que gestiona "Rotogal". La fábrica de cordelería quedó destruida hace justo una semana debido a un voraz incendio, pero su dueño tiene el firme propósito de reflotar la empresa cuanto antes.

Por esto, también se ha comenzado a surtir a diferentes clientes gracias a los stocks de varios distribuidores que empezaron a abastecer a algunos de los clientes habituales de la empresa, sobre todo mallas y cuerdas de cultivo, según explicó el portavoz, Jorge Fajardo. En estos momentos también están muy preocupados con el cierre del plan de reflotamiento de la firma, que con toda probabilidad presentarán el próximo lunes al conselleiro de Industria, Javier Guerra.

La dirección de la empresa, a la vez, ha comenzado a pedir presupuestos para la adquisición de nueva y costosa maquinaria, y no se descarta que en breve tengan que programar algún viaje a países europeos para adquirir esta tecnología. Señala Fajardo que es una maquinaria muy sofisticada que no se realiza en España y que muy pocas empresas cuentan con ella.

Asimismo, se está a la espera de los presupuestos para la retirada de las miles de toneladas de escombro que quedaron sobre el terreno de la fábrica siniestrada a consecuencia del fuego.