Un marinero muerto y otros dos rescatados ilesos es el triste balance de un nuevo naufragio de un pesquero frente a las costas gallegas. El siniestro ocurrió sobre la una y media de la madrugada de ayer cuando el barco Furacán volcó en un momento de fuerte viento a tan sólo 600 metros del muelle de la localidad coruñesa de Portosin, donde tenúa su puerto base.

El naufragio del pesquero se produjo, según el testimonio de los dos marineros supervivientes –un vecino de Noia y un peruano, que fueron trasladados al Hospital da Barbanza por hipotermia– en medio de un fuerte viento y mucho mar tras haber finalizado los trabajos de recogida de las nasas de nécora y camarón que había fondeado frente a la costa de Porto do Son.

En el vuelco, el Furacán quedó quilla al sol durante unos 40 minutos, tiempo en el que los tres tripulantes permanecieron sobre el casco que emergía de la mar hasta que, finalmente, el barco se hundió. Los dos supervivientes intentaron ganar a nado la costa y creyeron que Carlos Queiro los acompañaba si bien eran conscientes, cuando los recogió el pesquero noiés Chaínza a menos de 100 metros del puerto, de que el patrón no había seguido la misma trayectoria que ellos. Desconocen qué pudo ocurrir.

El cuerpo sin vida de Carlos Queiro –padre de una niña de 7 años– fue recuperado siete horas después del naufragio por el helicóptero de la Xunta Pesca 1 tras ser avistado por el pesquero Ansia, que dio aviso del hallazgo.

Los dos marineros sobrevivientes permanecieron casi dos horas en la mar hasta que fueron recogidos y alertaron en Portosín del suceso. A las 03.30 se hicieron a la mar los pesqueros de mayor porte para tratar de rescatar al patrón desaparecido. Primero hallaron unas botas cerca de A Guieira y, posteriormente, una balsa salvavidas abierta. Otra bota fue recogida minutos más tarde y, a las 07.45, el pesquero Ansia avistaba el cadáver a la altura de Porto do Son.

El Furacán regresaba a puerto para aprovechar la venta de la mañana, pero se quedó a menos de 5 minutos de navegación del muelle de Portosín, localidad en la que el patrón fallecido tenía previsto asistir, por la tarde, a la boda de un familiar. El pesquero, de la lista 3ª, tenía casco de madera y una eslora total de 9,6 metros. La conselleira de Pesca, Rosa Quintana, esperaba en el muelle con la familia la llegada del cadáver.