La Guardia Civil ha detenido a un médico de una clínica de Utrera (Sevilla) acusado de cometer un supuesto delito contra la intimidad, tras descubrir que grababa a sus compañeras de trabajo mientras se cambiaban de ropa en los vestuarios, almacenando después las imágenes. Para ello, el facultativo se servía de un ‘bolígrafo espía’, con cámara oculta y tarjeta de memoria, que colocaba en una de las batas del vestuario para que pasara desapercibido.

Una empleada y la directora del centro sevillano denunciaron la situación a la Benemérita. Ambas manifestaron haber encontrado un ‘bolígrafo’ provisto de cámara oculta en el vestuario de las empleadas de la clínica, tras ser alertadas por un médico que se fijó en él ya que es aficionado a la tecnología. En la memoria del aparato se almacenaban las grabaciones de la cámara oculta que poseía en la parte superior lateral del capuchón. Tras descubrirse el ‘bolígrafo’, las empleadas visualizaron las grabaciones y vieron imágenes de ellas mismas y de otras compañeras cambiándose de ropa.