Los hechos tuvieron lugar en el lugar de Amendo, en el municipio orensano de Taboadela, y los agentes del Instituto armado investigan los motivos, entre los que parece descartarse el robo, ya que la casa no estaba revuelta, señalaron las fuentes de la investigación.

Los cadáveres fueron hallados por la hija poco antes de las 13:00 horas, cuando hoy, como cada domingo, acudió con su marido e hija pequeña a comer con sus progenitores, según fuentes vecinales.

Los vecinos explicaron a Efe que la joven no vio al llegar a sus padres dentro de la casa, pero luego los encontró en el patio y, al avisar a sus vecinos y Guardia Civil, sólo acertó a decir: "mis padres están muertos".

Fuentes de la Guardia Civil indicaron a Efe que el cuerpo de José Martínez tenía un impacto de bala en el cuello y su esposa dos en el cráneo, pero el arma utilizada no fue hallada en el lugar, lo que descartó también la hipótesis del suicidio.

Las mismas fuentes señalaron que la casa estaba con todo en su sitio, mientras que el hombre yacía en el patio y la mujer, en un pequeño local en el que el matrimonio criaba animales.

Tras el hallazgo de los cuerpos, la casa fue aislada mientras en el patio, los forenses y el juez de guardia, inspeccionaron los cuerpos, que fueron trasladados en ambulancia judicial al Complejo Hospitalario de Ourense.

La autopsia determinará el momento de la muerte de los sexagenarios, ya que fueron visitados por su hija el viernes y hasta hoy ninguno de los vecinos consultados por Efe los vio por las calles del pueblo.

José Martínez, según sus vecinos, se jubiló hace poco más de un año de su trabajo de delineante en una empresa constructora y su esposa era costurera, aunque dejó de trabajar hace unos meses, tras romper una cadera.