Caterina Remhof, una joven alemana de 26 años, abandonó en la noche del pasado domingo a sus tres hijos -dos niños de 4 y 2 años y un bebé de ocho meses- en una pizzería de la localidad italiana de Aosta, al norte del país. La mujer, que en ese momento iba acompañada de su actual pareja, Sascha Smidt, de 24 años, les dijo a los menores que estuvieran quietos mientras ellos salían un momento del establecimiento.

Los dueños de la pizzería, media hora después y al ver que los padres de los pequeños no aparecían, dieron aviso a la Policía. Fue uno de los niños quien dijo a los agentes que sus padres habían dejado el coche al lado de un hotel, en el que estuvieron pernoctando, y allí fue localizado. En la pizzería, Caterina había dejado su bolso con todos sus documentos.

El padre biológico de los tres niños cumple actualmente condena en Alemania por haber matado en 2006 a una cuarta hija de la pareja cuando sólo tenía siete semanas. La Policía italiana, junto con la alemana, trabajan para dar con el paradero de Caterina y su novio. Mientras, sus hijos están al recaudo de los servicios sociales italianos, aunque la abuela materna está dispuesta a acogerlos.